Ciudad de México, 2 de julio 2015 (Félix Muñiz/Círculo Digital).- Luego de manifestar que las empresas que están concursando para obtener un contrato en la Ronda Uno con Petróleos Mexicanos incumplen con las bases de licitación y han incurrido en actos de sobornos en distintos países la senadora Dolores Padierna Luna exhortó a la subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, María de Lourdes Melgar Palacios, así como a los integrantes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos a exponer ante la Tercera Comisión de la Comisión Permanente los criterios con los que resolverá la primera licitación de la Ronda Uno.
En conferencia de prensa, la legisladora del PRD Dolores Padierna también consideró indispensable revisar los antecedentes de respeto al marco normativo por parte de las empresas competidoras, en particular en lo relativo a la protección del medio ambiente y el combate a la corrupción.
Padierna Luna mencionó como ejemplo a la empresa Group Mexico Exploration, propiedad de Shell, cuyo personal fue encontrado culpable de soborno y colusión respecto a un fraude con gas licuado en Italia.
Destacó que el próximo 15 de julio se conocerá a las empresas ganadoras en la licitación de 14 campos petroleros en aguas someras y la mayoría de las compañías que han sido precalificadas se han caracterizado por incurrir en actos de corrupción y daños al medio ambiente.
“Sorprende mucho que siendo las propias autoridades las que emiten la bases de licitación sean las que publiquen las lista de empresas precalificas y que estas empresas precalificadas en su mayoría incumplan con las bases de licitación publicadas”, apuntó.
También señaló a la empresa ENI International, la cual pagó en 2011 1.1 billones de dólares por una concesión al gobierno de Nigeria; y la compañía Chevron, que en Ecuador fue condenada a pagar nueve mil 5000 millones de dólares por un derrame que devastó una gran extensión de la Amazonia.
La senadora manifestó su preocupación por que estas empresas hayan quedado en la lista de precalificadas para la primera licitación de la Ronda Uno y su posible interacción con las instituciones mexicanas que han sido mal evaluadas en materia de combate a la corrupción y transparencia.
