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No me amenaces, no me amenaces

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que abomina la violencia oficial contra periodistas)

Sepan cuantos esto leyeren que hay en el Congreso de Michoacán una ñora que se dice diputada, que tiene nombre como de casino y que es muy sueltita del pico a la hora de proferir amenazas contra miembros de la sufrida cofradía de la información.

Así es: para sorpresa de nadie, la morenista Anabet Franco Carrizales (Anabet: apuesta a que no voy a pelar a la gente® -comercial no pagado-), montada en el ladrillito de soberbia desde el que dicta odio el ígnaro Totalmente Palacio contra medios y periodistas, que se le pone al tú por tú a una reportera de la fuente en una sesión en la que menudearon las cochinadas para elegir al nuevo magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa de Michoacán.

Al parecer, enojadita porque los reporteros se dieron color de toda la finanza, la dipu Anabet (Juega lotería con Anabet®), que la legisladora se le queda viendo con sus ojitos pispiretos a la reportera Guadalupe Martínez, y delante de otras reporteras que se la hace de escandaloso jamón y que la amenaza.

¡Changos, monos y gorilas! Habemus un pejazo en el Congreso local. Con eso de que ya es prácticamente rutina diaria que el Iluminado culpe de todo a la prensa -hasta de la muerte de 39 migrantes encerrados en instalaciones de SU desgobierno-, la dipu Anabet (Apostamos como merenguero®) también se aventó su rebanada de soberbia oficialista contra la reportera.

La diputadita plurinominal -sí: es de esas por las que nadie votó y llegó al puesto por la inercia de estupidez masiva que tantos puestos le ha dado al oficialismo- se cree que es tan suficiente que puede amenazar públicamente y sin recato a una reportera, igualito que su mesías.

A lo mejor la plurinominal no se ha enterado que el flamígero y hepático discurso de su ídolo ha causado que México lindo y querido sea uno de los países más riesgoso para ser periodista, y que al menos 63 colegas han muerto en el sexenio del santo mesías del narco.

Y como la dipu está bien montada en la onda de la soberbia, ya dijo que no piensa ofrecer disculpa alguna a Guadalupe Martínez, porque de acuerdo a su mueblería mental amenazar reporteros está chido, es la mera onda y es Totalmente Palacio Nacional, y fashionista que es ella sigue la tendencia que dicta el Edy Smol de la difamación.

La cosa es que este jueves los reporteros de la fuente, que ya suficiente sufren con los malos sueldos de la profesión y con las soporíferas sesiones del Congreso, de plano se soliviantaron contra las amenazas de Anabet (Nadie juega canicas como nosotros®) y que le plantan cara y que le reclaman andar de gandallita y de sacalepunta.

Si acaso piensan que eso molestó a la plurinominal, se equivocan: el manto de impunidad de San Macuspano la protege y, por tanto, está segurísima que a ella se la ve Sansón y se la peina Dalila. Ahí están las fotos de la ñora con su carita desafiante ante los protestantes en el Congreso.

Que el enojo del medio no deje descansar a los políticos soberbios y abusivos. Ya estuvo bueno de los abusos oficiales.

Twitter: twitter.com/Fabiocarton

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