La Grilla en Rosa (versión hecha en friega)
A’i disculpen las carreras y el viaje astral de este espacio de sana partición de hocicos políticos, pero un ajuste en las alineaciones planetarias obligó a una reorganización de mi mundito. Se me pasaron temas como la narcotoma de Chilpancingo, las bombas terrestres o los drones explosivos del narco en Jalisco y Michoacán, y otras cosas. Lo que no ha pasado es el tú por tú que tiene al mesías pariendo chayotes al meterse con alguien superior a él en todo.
Ya de por sí es denigrante haber nacido como género masculino (ser hombre cabal implica otras cosas) y meterse como mitotera de vecindad a hablar cuanta zonzera llegue a la mente acerca de Xóchitl Gálvez. Y, además, hacerlo cada día durante más de dos semanas, todo porque nuestra hidalguense favorita creció a un ritmo electoral que no ha habido dinero que haga posible que lo tenga la reseca sin chiste apoyada por el Iluminado.
Por eso, los ataques de ese valientazo de micrófono han sido completamente personales contra Xóchitl, y me parece que lo que más irrita al paracaidista de Palacio es que, además de que la senadora se los contesta al cubo y con pilón, lo hace con una sonrisa de ganadora de la lotería.
¿Se acuerdan cómo era el mesías de opositodo? No dejaba de señalar incluso si Enrique peña Nieto se había puesto medio gramo de gel menos ese día; nada le parecía, todo criticaba, todo señalaba, de todo gritaba… y desde el gobierno, o quien fuera, calladitos. Era pavor que le tenían al hocicón tabasqueño, quien era y es, para decirlo con la elegancia de una frase que me aprendí en la primaria, «puro pedo pa’ terminar zurrando aguado».
Volviendo al español reglamentario, Pejito está que trina porque llegó la Peje del Peje, esa que le tiene marcaje personal y que no le pasa una sola ofensa o difamación, que le señala sus muchas tonterías, sinsentidos y corrupción y que es, en suma, una piedra de tonelada en el zapato.
Este viernes le callaron la boca al mesías desde el INE, ese mismo que ya infiltró con una militante de la secta en la presidencia, pero que no pudo evitar o negar lo obvio: que al machitito de Palacio se le pasó la lengua al insultar personalmente a Xóchitl por el pecado de ser mejor que cualquiera de sus opciones a títere transexenal.
Claro que Xóchitl respondió con ácido a las mentiras con las que el bebé geriátrico desacató la orden de callarse, una supuesta sumatoria de los ingresos de la empresa de la hidalguense, tan mal hecha que le faltaban como 1320 millones para completar la suma que dijo el mandamás.
Xóchitl lo va a demandar por esto y por violar varias leyes. Y a más ataques, más respuestas inteligentes y más sonrisas.
Síguele, Pejito.
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