Política en Movimiento/Angélica Beltrán
México DF a 24 de junio de 2016 (Noticias México).- El presidente Enrique Peña Nieto vetó este jueves las leyes anticorrupción, que apresuradamente aprobaron senadores y diputados en un periodo extraordinario, que no sirvió de nada más que para comprobar que entre la clase política la simulación es parte del quehacer cotidiano.
Así, la transparencia y rendición de cuentas resultó ser un discurso más, particularmente para el PRI-PVEM-Nueva Alianza-PES y PT, que maniobraron para derribar la primera propuesta ciudadana para crear una ley.
En los hechos el PRI en el Senado, que coordina Emilio Gamboa, tergiversó a tal grado los artículos vertebrales el 29 y 32 primordialmente que, a final de cuentas los funcionarios públicos fueron exonerados de hacer públicas sus declaraciones de interés, fiscal y patrimonial; y en su lugar, los que debían presentar la 3de3 fueron becarios y beneficiaros de programas sociales, por el hecho de recibir recursos públicos.
Con el veto presidencial, solicitado por el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, y secundado por el coordinador de los diputados del PRI, César Camacho, el paquete que contiene las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción será devuelto al Congreso de la Unión para un segundo análisis.
Pues no fue secreto para ningún legislador que esas leyes quedaron mal intencionadas; y contrario al objetivo original beneficiaban la opacidad de la clase política.
Crisis en el PRI y PRD
De las tres fuerzas políticas nacionales, el PRI y PRD se encuentran en la encrucijada, con disminución de votos de acuerdo a las más recientes elecciones, y sin dirigencia nacional.
Manlio Fabio Beltrones presentó su renuncia al PRI y se fue sin que se le revocara la dimisión, como algunos suponían. En tanto, Agustín Basave del PRD se irá el próximo 2 de julio.
En esa renovación de dirigencias, PRI y PRD deben reinventarse. Aunque no será fácil ante la crisis que viven al interior.
Particularmente el escenario para el PRI es adverso debido a las políticas de gobierno deficientes en lo económico, la cerrazón de no abrirse al diálogo con la disidencia, siendo el caso Oaxaca el más trágico; los casos sin resolver de Tlatlaya e Iguala y el uso de la violencia para imponer pareceres, que ha dejado al partido tricolor en la indefensión en las urnas.
Ahora sí cuenta el sufragio, la construcción de la democracia en México ha sido un proceso largo, pero en las más recientes elecciones ha quedado de manifiesto que las mayorías sí eligen a sus gobernantes a través del voto.
PRD entre la espada y la pared
Por otro lado, el PRD se encuentra entre la espada y la pared. La espada, Morena, la pared el PAN.
Ya que si bien con Morena comparte en el discurso la misma ideología y un proyecto de nación similar, la rivalidad entre ambos es tal que una alianza electoral se ve poco factible.
En tanto, está disponible el PAN, su eterno rival, la derecha, extrema a veces, con la que el sol azteca se ha liado en los últimos tiempos, muy a pesar de ciertas corrientes perredistas.
Los partidos sin cabeza se renovarán en breve. Aunque podríamos suponerse que no obstante cualesquiera que sean los nuevos dirigentes, las alianzas electorales ya quedaron definidas en el proceso electoral pasado: PAN y PRD por un lado; por otro, PRI-PVEM-PES-NA y PT.
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