Columnas

Una moto en cada hijo te dio

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que no anda en moto)

Por esta ocasión esta columneja tratará un tema que nada tiene que ver con la grilla nacional, pero mucho con la vida diaria de los mexicanos de todo el país: las motocicletas y su incontrolado exceso.

Nada tendrían de malo las motocicletas si no fuera porque quienes las conducen tienen dos características comunes: sienten que su reino no es de este mundo, y por ello se pasan leyes, reglamentos de tránsito, sentidos de las calles, respeto a los peatones y la precaución al conducir por entre el casco y el manubrio. La otra es que prácticamente ninguno de ellos tienen seguro de alguna clase.

«En México es obligatorio tener un Seguro de Moto de Responsabilidad Civil para conducir en 19 estados de la República Mexicana y por las carreteras federales de todo territorio nacional. Este requerimiento está estipulado en la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal y los reglamentos de tránsito locales de estados como la Ciudad de México y el Estado de México. De no cumplir con esta obligación se puede obtener una multa de hasta 21 mil pesos», informa el sitio de comparación de seguros rastreator.com.

No tener la moto asegurada le puede hacer acreedor al dueño de una multa que, según el estado, puede ser desde 542 pesos (Tabasco) hasta 4342 (CDMX y Puebla). Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), apenas un quince por ciento del total de motos que circulan por esta Suave Patria tienen seguro contratado; otros suben el porcentaje de conductores sin seguro a 90 por ciento del total. ¿Y los demás? Bien, gracias.

Ojalá que sólo la irresponsabilidad de no asegurar sus motos fuera lo único que no cumplen los cada vez más abundantes motociclistas. Manejar bien tampoco lo traen en el ADN. Lo atestiguamos a diario en los noticieros y redes sociales: los motociclistas, con su propensión a no respetar las leyes de tránsito -particularmente los repartidores de diferentes mercancías que se piden por aplicación telefónica- causan un enorme número de accidentes, lo que no quita que en otras ocasiones son ellos quienes son el blanco de malos conductores.

A nivel nacional, los datos del INEGI indicaban que las motocicletas contribuían con 5.97% del total de vehículos de motor registrados en circulación, y eran responsables del 5.84 % de los accidentes viales y del 13.14% de los fallecidos por esta causa de muerte, de acuerdo a las conclusiones de un congreso de ingeniería de transporte de 2016. Las cifras actuales, por ejemplo de 2023 en la Ciudad de México, que informa la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) fueron 31 mil 709 incidentes viales, de los cuales 14 mil 901 fueron de motociclistas, es decir el 47%. De estas personas, 202 fallecieron a causa del percance.

¿Han hecho esos números, que apenas son un pequeño ejemplo, que los motociclistas se aseguren? No. Por ello son un riesgo para los demás conductores y para ellos mismos, tomando en cuenta el alto nivel de mortalidad que tienen en accidentes. Tampoco hay que olvidar la cantidad de incidentes que causan con otros conductores ajenos a su imprudente manera de manejar, y su temeraria manía de meterse en vías rápidas, urbanas y en carretera, zigzagueando entre los autos que marchan más lento o están detenidos.

Anoto un incidente que me pasó: para entrar a la calle de mi domicilio, que tiene una reja automática, debo esperar unos segundos sobre la avenida de dos sentidos para poder pasar. Hace unos meses, repetí la operación como solemos hacerlo a diario mi familia y yo. La sorpresa fue que, de buenas a primeras, un repartidor de Rappi venía en sentido contrario mientras estaba yo esperando y golpeó la puerta de mi coche, dejando una abolladura de regular tamaño. En vez de hacerse responsable, el muy cobarde jovenzuelo de la moto huyó a toda velocidad, y de poco me sirvió querer alcanzarlo.

(Aquí un apunte a las aseguradoras: el golpe al coche así se quedó porque no lo consideraron lo suficientemente grave como para que mi póliza, pagada y vigente, lo cubriera. Entonces, ¿debo desbaratar el carro para que sí lo atiendan?)

Tomando en cuenta el explosivo crecimiento del parque vehicular de motos, lo que procedería es que las autoridades y la AMIS creen el esquema para obligar (sí: obligar, porque de voluntad propia no lo harán jamás) a los motociclistas a estar asegurados, porque mientras más son mayor es el número de accidentes y defunciones en los que se ven involucrados.

Otra medida es que las motos dejen de venderse sin placas y al primero que llega a pagarlas. Mayor rigor en los requisitos de adquisición sería deseable, tal como se hace con los coches.

Queda también el tema de que las motocicletas son, últimamente, los vehículos preferidos para que los delincuentes cometan asaltos y asesinatos, aunque eso es ya harina de otro costal que nada tiene qué ver con la obligación de estar asegurado, que tendría que ser parte de civismo básico que como mexicanos deberíamos tener para evitar muchos problemas al no tener póliza alguna, sea de vida, de accidentes, de coche, seguro de casa, funeraria, de gastos médicos y hasta de mascotas -sí, también gatos, perros y otros animales domésticos pueden ser asegurados-.

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