Temporada de bocones
«La Grilla en Rosa» de Fabio -versión hocicona, pero nomás lo necesario-
Los morenos andan con los caballos del habla más literalmente desbocados que nunca. Eso de tener al Iluminado poniendo el ejemplo de los excesos al abrir el pico entusiasma deplanamente a la tribuna guinda, que hasta el tiple tabascoso le quieren copiar.
Alguien que ya tiene eso de fábrica es el payaso que dice ser secretario de gobernación federal, el Abuelo Munster, Adán Augusto López, quien llegó de conciliador y últimamente está en plan de porro discursivo.
Ya se veía desde aquella infausta vez en que una madre buscadora le dijo que no confiaba en él para recuperar a sus parientes desaparecidos, y el muy idiota -ni modo, no hay otro adjetivo- le soltó en la cara a la quejosa que «yo tampoco confío en usted».
La puritita méndiga sensibilidad de parte del Abuelo Munster, oiga usté, y así se siente presidenciable. Ya se sabe que ahora ser empático, honesto, inteligente, veraz, educado y eficiente dejaron de ser requisitos para ser el preciso nacional.
Adancito se ha dedicado a atacar a todo aquel que considere digno de ser atacado con tal de quedar bien con el Rey del Cash. Así, ha dicho cuanta gansada le viene a su tropical y transa cabezota -su herencia olmeca, supongo- para ofender a los gobernadores que NO son de la secta oficial.
Apenas esta semana, se lanzó contra el némesis pejista, the worst enemy, el coco, el que osó partirle el hocico electoral a AMLO, Felipe Calderón, que criticó gacho la ¿administración? del Iluminado en un foro en Madrid.
Pronto salió el Abuelo a decir que Calderón es ballena y echa agua por el ese, y que había una «investigación internacional» en su contra.
Pero sucedió que, aunque Pejito odia con odio jarocho a Calderón y según él lo quiere ver encarcelado nomás porque sí, algo le dijo al Munster López que este salió decir que no había dicho lo que dijo y que quedó grabado en video (igualito que el mesías, les digo…), y que nadie investiga a Calderas.
Ese reversazo fue tan espectacular que habría bastado para filmar «Rápido y Furioso» en su parte número 22.
Por cierto que es a este bocón a quien el góber michoacano dijo apoyar en la adelantada carrera por ver quien es el señalado por el dedo para ser títere transexenal. Más vale que Bedollín reconsidere, pues falta mucho para 2024, y esos resbalones verbales nomás no abonan a ninguna candidatura.
Pero el Abuelo no es el único que anda de hocicón. Para quien no conozca a Manuel Espino, es un ex panista chapulín que ni los mismos pitufos aguantaban por sus excesos de conservadurismo ultraderechista. Pues bien, en su campaña de «se recibe cascajo», Morena lo aceptó en sus filas.
Aparte de ser más inútil que la mandíbula de arriba, Manuelito nos dio una muestra del descaro morenarco: apenas este jueves soltó en un foro del Senado de lo que queda de la República que, si lo sabe Dios que lo sepa el mundo, el gobierno morenarco pacte con los cárteles.
Según Espinito, que alguna vez algún menso puso en un cargo de seguridad pública cuando este señor lo que mejor sabe hacer es rezar rosarios de cuarenta misterios, pactar con la narcada es la onda y da un chorromontón de resultados.
Nomás no aclaró que los resultados son para los delincuentes., no para la ciudadanía, que queda completamente en sus garras.
Tanta sinceridad no le cayó nada bien al Iluminado, quien este viernes dijo que «nada de pactos con los criminales». En este punto es donde Usted, lector, agarra y se bota de risa.
Porque, mientras niega pactos, en los hechos protege a los «seres humanos», al «pueblo», saluda a la mamá del Chapo -descarada muestra de sumisión al narco que ningún presidente hizo antes jamás-, no toca al cártel de ese capo, les da impunidad a todos los delincuentes de la droga, detuvo decomisos y detenciones, y los sicarios son operadores electorales de Morena.
Pero el que deplanamente se prolongó… la lambisconería fue una tal Jesús Sesma, vividor que dice ser diputado de la CDMX por el Partido (del billete) Verde. Este animal comparó al encargado de la seguridad de la ciudad, Omar García Harfuch, ni más ni menos que con Batman, y como a Batman lo quiere ver de alcalde de Ciudad Caótica.
Qué competencia tan dura por ver quien dice más y mayores tarugadas. Está difícil escoger ganador.
Que sigan así de desbocados y nos va a llevar un huracán de babas.
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