Sistema nacional de elecciones
Yurisha Andrade Morales*
La reforma de 2014 modificó sustancialmente las características del sistema electoral mexicano. Nueve años después de la publicación en el Diario Oficial de la Federación, tanto de la reforma constitucional como de las leyes generales que hoy regulan la materia electoral, es pertinente reflexionar sobre sus logros y los peligros que lo acechan.
En otras aportaciones analicé las principales características del modelo electoral que tenemos y referí como desde 2014, el Instituto Federal Electoral se transformó en el actual Instituto Nacional Electoral y se convirtió en la institución coordinadora de un novedoso sistema nacional de elecciones que modificó los mecanismos de coordinación y convivencia con los organismos electorales de las entidades federativas, que hoy funcionan con una redistribución de competencias que hace posible elecciones federales creíbles, profesionalizadas y con altos estándares de calidad.
La misma reforma introdujo cambios significativos para fortalecer el control de la constitucionalidad y convencionalidad de todos los actos y etapas de los procesos electorales y de la correspondiente persecución de conductas delictuosas que pudieran generar alguna lesión a los derechos político-electorales de la ciudadanía. Se trató de una profunda transformación que ha buscado el fortalecimiento de las instituciones, los procedimientos y los derechos de la ciudadanía.
Evaluar los logros que conjuntamente hemos alcanzado, visualizar las oportunidades de mejora y compartir experiencias ha sido el propósito central del “Encuentro Regional de Institutos, Tribunales Electorales e INE”, que tuvo lugar el jueves y viernes de la semana pasada en nuestra hermosa e histórica ciudad de Morelia y convocó a las autoridades administrativas y jurisdiccionales de la V circunscripción plurinominal, con la participación destacada de autoridades del INE.
El encuentro fue propicio para deliberar sobre los impactos de la reforma electoral que está en revisión por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sobre los impactos que tendría sobre la estructura y atribuciones del INE como autoridad nacional, pero también sobre los organismos públicos electorales. Como exponente, sostuve que las reformas electorales han sido la vía para democratizar al sistema político mexicano y que sus principales logros pueden medirse en la existencia de elecciones periódicas y auténticas; en la existencia de partidos que tienen opciones reales para acceder al poder, lo mismo en la posibilidad de las candidaturas independientes; y en la demostrable ampliación de los derechos de grupos en condición de vulnerabilidad.
Diversos expositores aludieron a las fortalezas y a las problemáticas que se enfrentan en los organismos electorales de los Estados, tanto para la organización de las elecciones como para la impartición de justicia. También fueron objeto de análisis las acciones afirmativas, los avances y el camino que hace falta recorrer para erradicar la violencia que aún lastima a las mujeres y el desarrollo que están teniendo, en varios Estados, los mecanismos alternativos para solucionar conflictos.
Es un hecho que México tiene un importante desarrollo de nuestro sistema electoral. Los logros que reporta son producto del esfuerzo colectivo de autoridades nacionales y estatales, difícil sería sin la concurrencia responsable de esfuerzos en todos los niveles. La fijación de criterios para resolver la existencia de problemáticas en los diversos niveles de la organización electoral y los dilemas jurídicos que implica el activismo de los actores políticos ha exigido de las instituciones un diálogo respetuoso y constructivo, pero también reclama que se dé solución oportuna a las problemáticas administrativas que viven algunos institutos y tribunales locales.
*Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade
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