«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que no recibe dictadores ni sus familias)
Vemos que México ha sido convertido, por obra y gracia del mesías, en refugio de hijos de perra, todo porque son afines a lo que pasa por ideología del no-presidente.
La grandiosa política exterior (por llamarla de algún modo) del régimen ya ha traído los siguientes saldos: Cuando el bebé geriátrico comenzó el sexenio abriendo el hocico y luego la frontera sur de México para que cuanto delincuente quisiera colarse por ahí pudiera hacerlo, enseguida llegó su amiguis Trump y no sólo puso en paz semejante tontería, si no que desde entonces la mentada Guardia Nacional se convirtió en la migra.
Claro, sin negar que hay quienes migran por necesidad, a México se metieron toda clase de aprovechados que paso a paso fueron cosechando rechazo al despreciar la comida y ropa que les brindaban los mexicanos, mismas que dejaban tiradas en el suelo y sin probar, exigiendo comida fina y ropa de diseñador (en Guadalajara así estuvo el asunto, amén de en otros puntos de México).
¿Y qué decir de el pleitito estúpido contra Estados Unidos nomás porque sí, alegando que cambiar las leyes del Tratado de Libre Comercio con ellos y Canadá es legal, cuando eso no es cierto? La negativa a reconocer a Joe Biden como presidente por apoyar al nazi antimexicano al que fue a aplaudirle cuando se supone «lo iba a poner en su lugar», los ataques a la DEA para que no investigue a los narcos, amigos del régimen, y otras lindezas que le van a costar cientos de miles de millones a México de seguir todo como va.
España es cliente frecuente de las pejetarugadas, instigado en esto por la insensible no-primera dama, que la agarra contra ese país creyéndose pura mexicana, aunque la nena sea descendiente de alemanes y el macuspano de españoles.
La otra pejenialidad de política exterior fue ir a rescatar a domicilio a Wevo Morales, violando todos los espacios aéreos posibles (pues el interfecto tenía prohibido volar sobre los países vecinos). La artesanía andina subida de categoría como productor de coca y sospechoso de narcotráfico, a quien casi besa en la boca el ojos chuecos Marcelo Ebrard, fue recibida en México en plan de rockstar de la chairiza.
Ya que Estados Unidos mandó un nada sutil mensaje sobre la «proeza» de dar alojamiento de persona importante a la basura boliviana, éste se largó a escondidas hacia Cuba, tierra madre de las masturbaciones cerebrales del Peje y los comunistas latinoamericanos. Luego se fue a Argentina.
Ahora, el pejemetiche, que defendió a ultranza al jijo de su Señorita Laura del sombrero ridículo que quiso dar un golpe de estado -y fue tan burro que ni eso hizo bien-, ya consiguió que su empleado mexicano en la embajada -no embajador- fuera sacado como bacín por la ventana de Perú, y se trajo a la familia del jijo de su Señorita Laura. Claro, sin preguntar si a los mexicanos nos parece alojar hijos de perra.
Es la primera vez, que no sea en tiempos de guerra, en la que un representante mexicano es corrido por ser abiertamente injerencista en los asuntos internos de un país por órdenes de un presidente.
Este desgobierno todo lo pudre. Y el prestigio mexicano en el extranjero está lleno de gusanos.
Twitter: twitter.com/Fabiocarton
Facebook: facebook.com/LaGrillaEnRosa
Síguenos en:
Facebook/NoticiasEnSintesis
Twitter@NsintesisMich
