Columnas

Qué se le antoja a la reina, que quiere la niña fresa

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión si gasolineras ni padrinos magistrados)

Como tara de nacimiento, debido a que su progenitor es igualito, a la secta de adoración del Peje de los Últimos Días de la República sólo le gusta la democracia si les dan el triunfo, sin importar lo puerco que su «victoria» haya sido (verbigracia: el fraude de estado para que ganara la títere e imponer el maximato). Ahí sí, la democracia es la onda, es encantadora y las instituciones funcionan de peluches. Ah, pero no pierdan en las urnas…

Como había comentado en este espacio hace unas columnejas atrás, en Jalisco dan sus últimos estertores las ganas de joder de la ex candidata a gobernadora, la ex priísta de hueso colorado Claudia Delgadillo alias Claudia Picadillo-, y las de un ultraderechista católico de mentecita más estrecha que la de su mesías, el inquisidor José María Martínez -quien trabaja en esta columneja como Chema-món-, empecinados en que como perdieron las elecciones en automático les hicieron fraude tanto en Jalisco como en Guadalajara.

Este par de payasos hicieron todo lo posible para anular las elecciones, pero en todos lados los mandaron a ondear changos por la cola. Vamos, ya ni el duelo del congal morenista no los pela, de modo que mejor que se olviden de sus intentos de golpecito de estado que pretendían dar.

Y es que, oigausté, no la supieron hacer: para que sus tácticas tuvieran éxito debieron tener un arma muy efectiva: un padrino.

¿Cómo: un padrino de servilletas y platitos desechables, como se usa ahora? No, amiguitos: algo más efectivo: un padrino de bautizo, a quien el padre del moconete bautizado ayudó a encumbrarse y a cobrar como si trabajara.

Por eso lo que intentaron la Claudia Picadillo y Chema-món en Jalisco no funcionó: faltó el ingrediente padrino picudo. Dejen les explico para que sepan qué onda:

La nada agraciada pero muy adolescente millonaria Caty Monreal, hija de su repepín chamaco padre, el corrupto Sr. Nada, Ricardo Monreal, pensó que, una vez que jugó a ser potentada al tener gasolineras a los 16 años, ya era tiempo de meterse a seguir engordando las cuentas de su corrupta familia paterna, y por eso se lanzó de candidata a gobernar la ahora alcaldía Cuauhtémoc de la Mexico City.

Pese al fraude monumental del gobierno del iluminado, Alessandra Rojo de la Vega le ganó a la escultura Caty, quien con su cuerpazo de refresco en bolsita montó en cólera porque… porque… pues porque sí. Es la jija de su Ricardo Monreal, faltaba más, perteneciente a la casta divina de los fanáticos de la corrupción, ¿cómo se atreven a derrotarla los mugres ciudadanos?

Y comenzó el jaleo. Pese a la victoria legítima, la Monrealita se montó en su macho de que le hicieron fraude. Cinco veces recontaron los votos, y cada conteo dio más sufragios a favor de Rojo de la Vega. Alguien más normal ya se habría puesto en paz con eso, pero no la muelona Monreal. Y que interviene papito Monreal, y que saca de la chistera de trucos ilegales a un magistrado del tribunal electoral de la CDMX. ¿Qué creen? El magistradín es padrino de bautizo de la nena Monreal, y como domingo -bueno, más bien, como sábado-, que le regala a su ahijadita la anulación de la elección.

Tan fácil como acusar a la ganadora de «violencia política» por decirle sus netas a la Caty, para que el padrino magistrado actuara en zalamera complicidad con su compi Don Nada.

Acusando a la ganadora de violencia de género, los Monreales se aseguran de que no pueda volver a competir, y júrenlo que los Monreal ya tienen todo listo para un fraude electoral rechoncho y de cachetes color rosita en caso de que acepte repetir la elección.

Porque sepan que no la van a tener tan papita los Monreal para quitarle lo ganado. Desde ya se anunció que van a defender con uñas y dientes a la ganadora que ya hasta constancia de mayoría tiene.

Que quede este caso como ejemplo de la soberbia con la que ya se manejan los miembros fláccidos de la secta ahora que el megafraude de junio les dio todo el poder. Ese fraude que todos validaron y por el que nadie alegó.

CATÁLOGO DE MENTIRAS

Falta tiempo y espacio para describir la actitud cínica y llena de mentiras del pejefest que fue el no informe de gobierno de su majestad Mediocre I. Lo que sacó ámpulas fue su aseveración de que México tiene el mejor sistema de salud del mundo, ya mejor que el de Dinamarca.

Hay 860 mil muertos durante su pésimo manejo de la pandemia que dicen lo contrario.

Hay un número indeterminado de muertos por la crisis de medicinas, personal, instalaciones dignas y tratamientos que murieron porque nunca tuvieron las medicinas que necesitaban, porque no fueron atendidos a tiempo, porque el humanista los dejó sin Seguro Popular para hacer experimentos como el fallido INSABI y su otro masacote del IMSS Bienestar.

Hay millones de personas cuyas enfermedades se han agravado gracias al mesías y sus iniciativas imbéciles en salud.

Al cabo que él, sus rateros hijos y sus nietos se atienden con médicos privados pagados por el país o en el extranjero, donde han nacido sus nietos.

Con esas ventajas, nadie ve ninguna crisis de salud.

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