«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que desprecia con todo a la secta, a su fundador y su política de defender narcos y delincuentes)
En la secta es ley inscrita en piedra en los pinchemil mandamientos de las tablas de la corrupción escrita en persona por el macuspano que jamás, pero jamás, se entregará a uno de los suyos pese a que sea comprobada toda corrupción, indolencia y ligas con el narco que tenga.
Hacerlo implicaría que el dedo del diosito garnachero se equivocó y, ya saben, en su enorme ego de acomplejado él se siente infalible e incontrovertible.
Hacerlo implicaría reconocer la corrupción, que es el cimiento fundacional de la secta oficial.
Hacerlo implicaría reconocer las relaciones y acostones que se tienen con los narcos, desde el mesías que, pediche, fue quien los buscó para sacarles lana a cambio de entregarles el país, hasta la morenarcada de niveles inferiores.
Hacerlo implicaría que habría que corregir no sólo el error señalado, si no miles más, que se hicieron obedeciendo las órdenes del Iluminado, quien ya sabemos que cree que nunca se equivoca.
Hacerlo implicaría hacer algo que jamás hemos visto en el partido oficial y sus desgobiernos: reconocer y corregir UN error.
Esas son las razones por las que la resecA y los parásitos intestinales que se dicen legisladores oficialistas fueron a apoyar en bufalada al comprobado narco, protector de delincuentes sexuales, inepto, prepotente y hasta posible asesino material (fue señalado de haber matado en persona a su enemigo, el ex rector de la Universidad de Sinaloa, Melesio Cuen) y caricatura de gobernador llamado Rubén Rocha Moya.
Como si faltaran razones para agitar más el avispero de Sinaloa, hace un par de días algunos proactivos sicarios quisieron robar un coche con un padre de familia y dos niños en él, en Culiacán. Como los protegidos de AMLO son medio cosquilludos de los dedos, activaron sus juguetitos contra ellos y los mataron a los tres.
La sociedad sinaloense, harta de la narcoviolencia y sus representantes -a quienes por años consintieron, celebraron, abrazaron, alabaron y endiosaron-, salieron este jueves a pedir la inmediata destitución de Rubén Chirimoya, que es un castiguito muy apenas por todos sus delitos.
Por todo lo descrito arriba sobre las leyes de la corrupción e impunidad pejistas, ni la resecA ni su batmancito de juguete lo van a mover del puesto. Además, implicaría que todo el tiempo estuvieron protegiendo a un delincuente badiraguatero -es paisano del Chapo- al que han alabado, dado espaldarazos y se han cansado de tomarse fotos juntos para mostrar cuánto lo quieren.
Si el error de mantener a Chirimoya en el puesto implica que sigan muriendo sinaloenses y que se confronte la ya más que furiosa orden de los gringos de atacar a los cárteles (gabachos cada vez más encabronados y radicales por los «abrazos, no balazos»), pues que se mueran todos los sinaloenses y que los gringos se metan a eliminar capos a México, porque la presidentE y los morenarcos no lo van a tocar, ni destituir ni le van a mover un pelito.
Si el mesías narcocorrupto y su secta hubieran tenido gobernando la misma eficiencia que muestran defendiendo a sus delincuentes y narcos, hubieran sido un megagobiernazo.
Pero no. Prefieren que se hunda el país antes que llevarle la contra a las decisiones del vejete que debería estar en una cárcel por lo que le quede de vida, no mandando en el país a control remoto.
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