Qué fácil es ser la PresidentE
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que regresa pues se le concedió volver)
No hay chamba más fácil que la de la presidentE reseca. Hablar un ratito, no usar cremas humectantes, ser autoritaria, ser prepotente y, sobre todo, ser una marioneta sin voluntad, oiga usté, lo hace cualquiera.
Va un recuento de los dos eternísimos meses de la Cecina Sheiinbaum:
-Es re’ fácil empezar en el puesto para el que te compraron por todos los medios a los votantes, que ya no eran suficientes, así que por eso se inventaron al menos 20 millones de muertos de hambre fantasma para asegurarte el gane.
-Es re’ fácil ser la presidentE cuando lo único que tienes qué hacer es decir que sí a toda la lista de pendientes que a fuerza le debes cumplir a tu titiritero.
-Es re’ fácil ser la presidentE cuando has cumplido cada idiotez de la lista de encargos, y hasta le haz echado veneno de tu cosecha a los encargos del presidente del narco.
-Es re’ fácil ser presidentE, prometiendo becas y obras con dinero que quién sabe de dónde piensas sacar, pues el ratero macuspano se robó todo de todos lados dentro del gobierno.
-Es re’ fácil ser la presidentE, siempre y cuando no se te ocurra tener ideas propias, como poner a tu propia candidata de la ahora inútil Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Si es así, no te extrañe que tu tutiritero te pusiera en vergüenza y te recuerde tu papel secundario en este sexenio, al obligar a todos los ilegales senadores de tu secta a votar contra ti. Incluso los que se supone que te apoyan. Todo para volver a imponer a una almohada olorosa a corrupción y naftalina que defiende la impunidad de tu titiritero y de la secta.
-Es re’ fácil ser la presidentE, cuando no le mueves ni un pelo a los pactos de tu titiritero con los narcos, mientras le haces al cuento con tu Batman de juguete que atacas a los delincuentes.
-Es re’ fácil ser la presidentE, si se trata de seguir los planes de tu ídolo idiota que busca a toda costa enfrentar a México con Estados Unidos para echarles la culpa del fracaso del mesías y de la secta en todos los frentes, en su afán de cubanizar nuestro país.
-Es re’ fácil ser la presidentE, cuando obedeces hasta el insensato reclamo del narcopresidente a Estados Unidos por la detención del narco el «Mayo» Zambada, y en la única oportunidad que tuviste de hablar con el preciso gringo, de todos los temas, ese fue del único que le hablaste. Y luego te haces la extrañada porque los gringos ya no confían en ti. Y más extrañada vas a estar cuando Trump cumpla con sus expediciones punitivas dentro de México para matar a los terroristas narcos que tu amo llama «pueblo».
-Es re’ fácil ser la presidentE, siguiendo al pie de la letra la venganza contra el Poder Judicial que frenó en su momento las ocurrencias de tu amo. Qué importa que eso dañe irremediablemente el tratado comercial del que la economía mexicana depende al cien por ciento.
-Es re’ fácil ser la presidentE, cuando por esa venganza y capricho de tu titiritero ya hiciste enojar a los socios del país, que amenazan uno con aranceles y otro con sacarte de plano de tratado. Eso no importa: no eres tú la que va a perder el trabajo si el tratado se cancela. Son sólo miles de empresas y millones de mexicanos los que van a perder todo. Pero, si a ti te vale madre la vida de niños y de usuarios del metro, o la de los capitalinos con los experimentaste medicinas en la pandemia, menos te va a importar dejar en la calle a los mexicanos.
-Es re’ fácil ser la presidentE: tienes el país ensangrentado gracias a tus operadores electorales que todo mundo conoce como narcos, pero no hay masacre que te quite el sueño ni cifra de muertos que te incomode.
-Es re’ fácil ser la presidentE: nomás hay que hacerse de cuero duro al ver con los animales que encabezan diputados y senadores sencillamente sólo obedecen al haragán de Palenque y que tú les vales chetos; de hecho, si te descuidas no vas a acabar el sexenio.
-Es re’ fácil ser la presidentE: sólo hay que aguantar la confirmación de que eres un adorno, carísimo y feísimo, de la silla presidencial, y que te humilles solita todos los días llamando «presidente» a tu creador.
-De ahí en más, es re’ fácil ser la presidentE.
LOS LLAMADOS A MISA DE LA SEÑO X
Mientras la oposición no sabe qué hacer desde el fraude de la imposición, ahora resulta que la Seño X, esa misma que nos ilusionó con poder sacar al narcomesías y la secta del poder, y la noche de las elecciones sin más y de inmediato concedió la victoria a la marioneta como si hubiera sido legítima, quiere formar un nuevo partido político.
¿Neta? Porque la babosada de rendirse sin pelear el fraude electoral (en un arranque de dizque congruencia democrática) nos desanimó y decepcionó a millones.
De modo que no, Seño X. Ya peleamos por ti y nos dejaste abajo. Sí a otro partido, pero no contigo.
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