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Oootra vez, el avión distractor

«La Grilla en Rosa» de Fabio.   (versión que no le da el avión al mesías)

Como ya se le acaban los distractores, el mesías recurrió al viejo confiable que es el avión presidencial. Con bombo y platillo anunció que ya se «vendió» a la república rusa de Tayikistán, paisito que tiene un régimen dictatorial como el que quiere el mesías, y una bandera con los mismos colores que la mexicana.

Tratándose de negocios, tenemos la seguridad de que el mesías que generará pérdidas al país, pues al cabo la lana no es suya. Suele ser muy dispendioso con el dinero que no ha escondido en sobres amarillos en las bóvedas de una dictadura amiga o en algún paraíso fiscal.

Van los numerazos del negocioazo con la república de Kasiniestán: según se informó, el avión se «vendió» en 92 millones de dólares (de un valor original de 200 millones de dólares); debía 100 millones de dólares y causa con la «venta» pérdidas de 8 millones de dólares, más intereses, a Banobras, que se supone es la dueña del avión, con lo que la pérdida parcial para el erario mexicano es de 208 millones de dólares. Hasta enero de 2022, el costo de mantenimiento del avión parado y sin usar iba por los 110 millones de pesos. Esos son más de seis millones de dólares hasta ese momento -échenle otro año más de mantenimiento-. Por lo bajito, las pérdidas son de, por lo menos, 215 millones de dólares.

¿Y, entonces, cuánto va a quedar para hospitales, medicinas, carreteras y todo el montón de habladas que el Iluminado prometió que se harían con todas las «ganancias» del mentado avión? Cero, naranjas, nada, ni máiz paloma.

¿Ya mencioné que en las no rifas no ventas previas sólo sirvieron como pretextos para estafar incautos y robarle dinero a trabajadores del gobierno al obligarlos al comprar boletos de las «rifas», además de que los «premios» no se entregaron y, si a alguien le tocó algo, fue mucho menos de lo prometido? Del dinero de las rifas, como de Camelia, nunca más se supo nada.

Los únicos felices son el dictador de la república de Kasiniestán y su corte; claro, en caso de que la «venta» sea efectiva y no otra escenificación de otra estafa a la vista de todos.

El dictador kasiniestaniense debe estar feliz de encontrar a un bruto que cree que porque el avión fue adquirido (no usado, pues las adecuaciones a la nave se terminaron después de su sexenio) por un ex presidente que lo derrotó en las urnas, éste cargaba un pecado original que hacía imposible que el taradito lo usara. Todos queremos encontrar un tonto así en nuestra vida.

Anoten la «venta» a la lista de delitos del mesías, por favor. Engordemos el expediente criminal del Iluminado.

Twitter: twitter.com/Fabiocarton

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