Nuevo encuadre para persuadir
«Esfera Pública» de Christián Gutiérrez
Con la comunicación, con palabras se puede persuadir a los demás, es decir, convencerlos de que hagan algo en una dirección o con las características que uno desea, y lo relevante de esto está en que la persuasión sirve igual para temas comerciales, empresariales, ejecutivos, políticos, educativos, etc.
Hoy les quiero dejar ejemplos con tips para que logren persuadir más, a partir de cambiar el tamaño del encuadre a través del cual se perciben las cosas, alguna situación o experiencia, pero primero, les explicaré qué es establecer una encuadre más grande o más pequeño.
Visualizar algo con un encuadre (o marco) más grande o más pequeño supone reevaluar o reforzar la implicación de determinada acción, generalización o juicio en el contexto de un marco temporal más largo (o más corto), de un número de participantes mayor (o desde un punto de vista individual) o de una perspectiva mayor o menor.
Más simple: reencuadrar, es utilizar una perspectiva diferente para darle un nuevo valor a “algo”.
Ahora un ejemplo sencillo de lo anterior: piense en su equipo de futbol favorito e imagine que gana o pierde el campeonato nacional en unas cuantas semanas. Con seguridad, este hecho lo volverá loco para bien o para mal, pero si este fenómeno lo analiza dentro de 20 años a la luz de un contexto más amplio (reencuadre) respecto a su vida, aquel hecho que lo volvió loco le parecerá insignificante o algo “que no debió significarle tanto”.
Es decir, la mente le dará un nuevo valor dependiendo de la perspectiva que utilice.
¿Christián pero cómo utilizo esto para persuadir a las personas o provocar que elijan mi marca?
Bien, un ejemplo práctico: imagine que usted vende tazas para café, pero existe mucha competencia. ¿Qué debe hacer para que le funcione el reencuadre? Usted puede, por ejemplo, usar un encuadre más pequeño –a diferencia del ejemplo del futbol. Concentre su esfuerzo en encontrar un diferenciador pequeño que lo separe de su competencia, digamos: personalice las tazas.
“Christián, pero ya existen tazas con nombres”. Ok. Entonces reduzca aún más el encuadre y venda tazas personalizadas con fechas especiales (imagine que este tipo de tazas aún no se venden en el mercado).
Definido el encuadre, su neurocomunicación y neuromarketing deberán mostrar ese único reencuadre y potenciará sus ventas.
Ahora, haga lo mismo en la política, como ejecutivo, en su empresa, con sus bienes, productos o servicios. Trabaje o que le trabajen de manera profesional, usando neurocomunicación, neuromarketing o neurolingüística para persuadir más.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho / WhatsApp 4433181742
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