Columnas

Medio ambiente en el naciente sexenio

Juan Carlos Vega Solórzano

Ambientalista y Politólogo

Un nuevo capítulo se comienza a escribir en la vida pública de nuestro México. Imposible no conmoverse al ser testigos de la evolución y el devenir histórico de nuestra nación al ver a la primera mujer presidenta de un país con las tradicionales connotaciones culturales en torno a la igualdad de oportunidades como lo es México.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo manifestó públicamente en los dos eventos, tanto en la máxima tribuna del país, como en la plaza pública más grande, las líneas gubernamentales que su administración ejecutará en torno a la política ambiental de los próximos seis años.

En su intervención ante el Congreso de la Unión, las referencias directas al medio ambiente y a la sustentabilidad por parte de la presidenta Sheinbaum Pardo fueron solamente tres. Declaró que:

– “Vamos a promover la eficiencia energética y la transición a las fuentes renovables de energía para absorber a través de estas fuentes el crecimiento de la demanda de esta energía”- …_”es mejor promover la eficiencia y las fuentes renovables”-. Y posteriormente declaró que –“Construiremos en Tula, Hidalgo, el proyecto de economía circular más grande del mundo”- … -“Esto quiere decir, que haremos un complejo ambiental para aprovechar los residuos, tratamiento de agua, generación de energía y productos reciclados, lo cual nos permitirá reducir la contaminación y generar empleo. La ciudad más contaminada, se convertirá en la ciudad más limpia”-, y añadiendo que a eso se comprometió en campaña. –“Vamos a limpiar y a sanear también, los ríos más contaminados del país”-.

La narrativa de promesa es el eje toral por el cual el discurso político se alimenta, cobra vida y crece, eso no es nuevo, y todas las voces políticas lo han hecho y lo seguirán haciendo. Finalmente, es parte del proyecto de nación que se pretende construir y que deberá ser aterrizado en líneas estratégicas, planes de acción y sobre todo, dotar de presupuesto suficiente y estratégico para que no queden en promesas incumplidas.

Respecto a la primera declaración, surge la primera contradicción con la política ambiental de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, quien a lo largo de su administración recién concluida jamás articuló siquiera comentario, no se diga política pública a favor de la promoción de la eficiencia energética y la implementación de energías renovables. Al contrario, fue un promotor incansable de las energías sucias, sobre todo con la construcción de la refinería “Dos Bocas” con un costo inicial previsto de $8 mil mdd y que ha ascendido al doble, dos años después de su inauguración. Se adquirió la refinería “Deer Park” en enero de 2022 a un costo de $594 mdd y se desdeñó desde la presidencia y la Secretaría de Energía la apertura a la inversión extranjera en energías renovables.

Analizaremos en el futuro cercano si se deslinda efectivamente de la inercia del sexenio anterior haciendo efectivas estas promesas o se continúa privilegiando el desarrollo de las energías sucias.

En el segundo aspecto manifestado por la Presidenta Sheinbaum Pardo respecto a la construcción de un megaproyecto en Tula, Hidalgo, que efectivamente es considerado por ambientalistas y organizaciones, como el punto más contaminado de la geografía nacional, se requerirá de una verdadera voluntad política y una gran inversión para revertir décadas de polución por petroquímicos vertidos al suelo y a la atmósfera con la consecuente contaminación de mantos freáticos y degradación ambiental. Una tarea verdaderamente titánica, ya que no es cosa de contener ni disuadir, sino de transformar los efectos de producción de hidrocarburos en Tula. Con medidas compensatorias acordes al daño provocado por décadas de omisiones, con medidas de resarcimiento ambiental bien monitoreadas por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y por supuesto, por organizaciones de la sociedad civil. Confiamos en que la designación de Mariana Boy Tamborell, al frente de este desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pueda generar verdadera vigilancia y monitoreo ambiental en esta zona del País, y en el resto del territorio, especialmente en aquellas zonas con amplia degradación ambiental. Boy Tamborell ya ha trabajado de cerca con la ahora Presidenta Sheinbaum Pardo al frente de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial en su gestión al frente del gobierno de la Ciudad de México. Las Procuradurías Ambientales deben ser garantes de la legislación ambiental en los estados y no cómplices del oscuro, omiso y contaminante accionar de las administraciones en turno.

Finalmente la declaración de limpiar y sanear los ríos más contaminados del país, es promesa incumplida, una afirmación ideal, una noción que rellena los párrafos de una mítica fantasía que durante décadas ha estado presente en las propuestas de política ambiental. ¿Por donde empezar? ¿Por el Río Grijalva? ¿Por el Papaloapan? ¿Por el Balsas? ¿Por el contaminadísimo Lerma? Recordemos que propuestas sin presupuesto es demagogia, la limpieza de ríos es un asunto de presupuesto robusto, de políticas públicas en las zonas industriales por donde pasan los afluentes.

La historia reciente nos muestra no solamente el desprecio por una política ambiental robusta y con presupuesto suficiente para afrontar los desafíos ambientales, sino por una inacción que preocupa. Un desmantelamiento institucional vertiginoso y consistente de los órganos descentralizados y desconcentrados encargados de ejecutar políticas públicas ambientales en torno al agua, a los recursos forestales, a las áreas naturales protegidas, a las especies biológicas, a la procuración de justicia ambiental, a la tecnología del agua, entre otras de suma importancia.

La designación de Alicia Bárcena al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales le permitirá a la Presidenta Sheinbaum Pardo contar con una especialista mucho más capacitada, experimentada y con un profundo conocimiento del medio ambiente en México. Mucho más que la anterior Secretaria Albores. La designación de especialistas al frente de los distintos desconcentrados y descentralizados permite albergar cierta esperanza de tutela y desarrollo en la ejecución de políticas ambientales que conlleven a concretar las promesas esgrimidas en la toma de posesión de la nueva Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

En el evento de la tarde ante un Zócalo repleto de simpatizantes, después de haber recibido el bastón de mando de las comunidades indígenas y afromexicanas, de mano de una mujer purépecha por cierto, tan solo 4 puntos de los 100 pronunciados atañen directamente a la implementación de políticas públicas ambientales:

93.- Combate a la contaminación ambiental en zonas metropolitanas. 94.- Construcción de Complejo Ambiental en la refinería Tula, Hidalgo. 95.- Construcción de al menos 10 plantas recicladoras de basura.
96.- Reforestación y rescate de bosques y selvas.

Tan sólo el 4% de prioridad ambiental en el discurso del Zócalo ante miles de personas.

Estados y municipios, independientemente de la extracción partidista deberán coordinarse con la federación, para que en el ámbito de sus competencias, atribuciones y facultades, puedan ejecutar los proyectos enumerados por la Presidenta Sheinbaum Pardo y que desde la propia federación se planifique un presupuesto suficiente y robusto para cumplir con lo prometido tanto en el Congreso de la Unión en el discurso de toma de protesta, como en el evento público del Zócalo.

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