«¡Mátenlos a todos!» Fueron las últimas palabras que escucharon los jóvenes en la posada. Un grupo de hombres armados había intentado entrar a la fiesta sin invitación, pero los anfitriones les impidieron el acceso porque obviamente no los conocían.
Minutos más tarde el grupo de hombres cortó la luz en la ex hacienda de San José del Carmen y empezaron a sonar los balazos. Los sicarios habían regresado a vengarse ofendidos de no entrar en la fiesta donde tocaba la banda Dinastía Cornejo. #Salvatierra
Antes, una señorita vestida de blanco y vendada de los ojos intentaba darle a la piñata. Era parte de los festejos felices de la primera posada en la ex hacienda sin saber que minutos después vivirían un infierno. Junto con el video comenzaron a circular las versiones de los sobrevivientes. Los hombres detonaron las armas contra todo el que se moviera.
Más de 50 jóvenes estaban en el lugar. Para cuando se fueron los criminales, todos estaban tirados en el suelo pero no todos pudieron levantarse. El crimen organizado asesinó a los jóvenes porque quiso, porque pudo y porque sabe que no habrá mayores consecuencias en un estado donde el fiscal lleva 14 años, en tres gobiernos panistas, al frente de la dependencia que debería impartir justicia, pero que goza de pésima reputación en Guanajuato.
Pese a los hechos, AMLO sugirió que los muchachos fueron asesinados por consumir drogas, infundio que suelta por segunda ocasión contra víctimas de masacres y de lo cual no se ha disculpado con los familiares de los muertos.
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