«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que desprecia al sexenio feminista que ataca como nunca a las mujeres)
Algo grande debió moverles en el desgobierno federal saber que Xóchitl Gálvez se decidió a dar pelea al circo de la sucesión destapado tan anticipadamente por el eterno candidato que no es presidente, pues puso a toda su secta a atacarla con virulencia.
Claro que hay de ataques a ataques. Están los de esos pobres muertos de hambre que trabajan desde las sombras en redes sociales, sin cara ni nombre, desde cuentas sin seguidores, que atacan e insultan como único trabajo en favor del mesías. Luego siguen los que viven felices de cobrar chayotes por tener medios de desinformación, que ellos llaman de «comunicación», que nadie ve, y en los que se alaba descaradamente al macuspano como un Súper Juárez 2.0 que se trae la ley en la punta de la uña y gobierna en favor de la nación.
Después vienen los hambreados que no veían la hora de cubanizar el país (la islita y su régimen dictatorial apantallapendejos son lo peor que pudo pasarle a la historia latinoamericana), tropa que encabeza, además del cabeza hueca de Palacio, gente como esa cosa que dice ser caricaturista y que firma como «El Fisgón».
Esos que de diente y lápices para afuera se rompen las vestiduras «defendiendo» indígenas (inolvidables sus paseos de turismo izquierdoso de ellos y de todo el PRD chic para ir a ver al farsante Comandante Marcos a Chiapas), que vivían dibujando al mesías -ya desde entonces- en los 90s como todo un Superman de la «lucha social» y del dinero ilegal.
Esos «indigenistas» de entonces se burlan de la historia de vida de Xóchitl Gálvez, nacida y desarrollada desde la pobreza del Valle del Mezquital, en Hidalgo. Los cobardes Fisgón y «Hernández», hicieron supuestas caricaturas en que se mofan de las raíces de la senadora, cartones publicados en el Diario Oficial «la Jornada» a los que nomás les faltó un sello racista del Ku Klux Klan.
Al menos una de las estupideces gráficas de estos dos llegó a la bananera de este lunes, donde el cobarde mayor completó la maniobra mostrando el dibujo como obra de arte, además de decir que, muy según él, ella no «es del pueblo».
Ahora resulta que tenemos un pueblólogo que decide quién sí y quién no es de origen humilde y hecho por sus propios medios.
También soltó como gran primicia que la hidalguense es la candidata, como si fuera gran pecado. Y esa pecadora le pondría una revolcada a la flaca sin chiste que es su favorita, sin necesidad de llenarle mitines con acarreados que se van en cuanto pueden.
Podría, en caso de ser candidata. Todavía no es elegida por nadie, como sí es el caso de la encía ambulante Sheinbaum.
El miedo no anda en burro; bueno, sí: uno tiploso, mentiroso, corrupto hasta la última célula, resentido, acomplejado y muy macho de micrófono, pues de frente de arruga ante su rival.
Que Xóchitl siga como va. Apoyo real, no comprado, sí lo tiene.
FESTEJAR LA NADA
De nueva cuenta, con cargo al siempre disparador erario, se hizo otro PejeFest para ¿celebrar? la caída de México en manos de su destructor. Mentiras, datos falsos, supuesta prosperidad que no existe, logros intangibles, acarreados muertos de hambre que se venden por dos lentejas, el desfile de los corcholatos y la secta en pleno rezando para que esa corrupción que los tiene gordos, panzones y viviendo como sultanes no se acabe nunca.
Narcos y soldaditos cantan las mañanitas.
LOS CURAS DE APATZINGÁN
Muy enojados están los sacerdote que viven en Apatzingán y comunidades de la Hot Land (la Tierra Caliente, pues) por la descarada e impune actividad de los narcos, que cometen todo tipo de crímenes y como respuesta casi les aplaude el orate de Palacio.
Un párroco de esa ciudad conocido como Padre Goyo le mandó el pasado 30 de junio un mensaje nada sutil al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, tras el asesinato del ex líder de autodefensas Hipólito Mora el pasado jueves. En resumen, le pidió a Freddy Boy que en buena onda renuncie porque, dijo, no sirve como mandatario estatal.
Y el Obispo de Apatzingán, Monseñor Cristobal Ascensio García, dedicó su misa de fin de semana para decirle al mesías que nada tiene qué celebrar a cinco años de haber ganado en las urnas, y que por sus resultados lo que debía declarar es un día de luto nacional.
El góber Freddy Boy este lunes salió a defender a su patrón y defenderse de los comentarios de los prelados, y dijo muy enojadito que: «Si quieren hacer política, que dejen la sotana». Aderezó sus dichos, muy al estilo de su líder, asegurando que los curas encubren delincuentes.
Hasta donde me quedé, exigir seguridad pública a quienes juraron que eso harían como parte de su trabajo no es hacer política. Es lo mínimo que deben a la ciudadanía, a esa misma a la que le rogaron votara por ellos.
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