
Le verdad histriónica: el Caso Iguala fue sólo tema de campaña
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión cortita como pata de las mentiras del caso Iguala)
Sólo los muy crédulos pensaron que, en serio, el mesías iba a resolver el Caso Iguala. Lo usó, como suele usar a todo y a todos, para sacar provecho para sus intenciones, para atraerse incautos y votos, y para hacerse pasar por compasivo y empático. Como siempre, la vieja necia que es la realidad, ya lo alcanzó y se le cayó el teatrito.
Después de querer reinventar los hechos, de prometer una nueva narrativa que se acomodara a una versión más al gusto de los padres de los miembros de la Anormal de Ayotzinapa (se crearon «comisiones de la verdad» para ese objetivo, por si no se acuerdan), de proteger en todo momento al Ejército, que desde el primer momento de los hechos fue excluido de la narrativa oficial y que ahora es ferozmente defendido por su corruptor principal, resultó ser que la mentada Cuatróte no pudo cambiar la versión investigada y vuelta a investigar desde el sexenio de Peña Nieto: los mataron Guerreros Unidos por andar robando camiones y porque los angelitos estaban infiltrados por el cártel de Los Rojos, que habrían robado un camión con droga de ese grupo y fue por ello que, con la cooperación de todos los policías y soldados que trabajaron para ellos, los asesinaron y desaparecieron, principalmente por incineración.
La simpática versión que presentó Encinas el Inútil, sonriendo como si fuera gracia, nos sale con que los ayotzinapos eran unas dulces palomitas que no estaban metidos en el narco, que el Ejército está metido hasta las manitas en el caso -Encinitas a fuerza quería embarrarlos, con responsabilidad o no e inventando pruebas- y que hay una «nueva» verdad. ¿Neta? Porque apenas este martes los papás del caso Iguala estaban echando pestes de AMLO y su desgobierno porque, medio lentos, apenas se dieron cuenta de que la nueva versión es la misma versión, pero revolcada, y ya no confían en el hocicón macuspano.
Además, para lo que se quiso todo este teatro fue para torpedear debajo de la línea de flotación a Omarcito García Harfuch y su peregrina idea de ser jefe de desgobierno chilango, pues Encinitas confirmó que sale mencionado en el expediente ayotzinapo.
Ahora, ya reventaron el caso, como dijo un ex fiscal especial del caso, Omar Gómez Trejo: hubo una reunión encabezada por el narcomesías, en la que decidieron que ya estufas de Caso Iguala y que no lo iban a resolver ( https://www.ejecentral.com.mx/estrictamente-personal-la-bomba-de-gomez-trejo/). Supongo que ya no necesitan los votos de los padres ni de quienes los apoyan.
¿Ya mencioné que este desgobierno se ha dedicado a liberar a los culpables de la masacre al convertirlos en testigos protegidos, o esa parte les saca ronchas a la chairiza?
La empatía y la exigencia de «vivos se los llevaron, vivos los queremos» del mesías, de su talegón mayor, de todo Morena, fue puro teatro. Ahora, ya no actúan y demuestran que siempre les valió quiote.
La verdad histriónica, pues.
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