Morelia, Michoacán, a 12 de abril de 2024.- La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) arrancó el Ciclo de conferencias, paneles y charlas “Una Universidad para todos”, con la ponencia «Violencia en la comunidad académica. Manifestaciones empíricas y rutas de erradicación», a cargo de la doctora Cirila Cervera Delgado, presidenta de la Sociedad Mexicana de Historia en Educación.
Con la presencia de directores de facultades, escuelas e institutos, inició esta actividad que se realizará a lo largo del año, con la participación de expertas y expertos en la materia y de personajes que inspiren a cruzar las metas que se tengan trazadas.
La doctora Cirila Cervera Delgado, titular A en el Departamento de Educación de la Universidad de Guanajuato y actual presidenta de la Sociedad Mexicana de Historia en Educación, señaló que hoy en día el que una universidad aborde estos temas representa un acto de valentía.
Consideró que las instituciones de educación superior tienen ventanas por las cuales se puede colar la violencia del exterior y eso no se debe a la falta de discursos de paz o a la falta de exhortos, porque incluso hay normas que obligan en este caso a las instituciones a tener una consideración especial para instaurar una cultura de paz y de convivencia sana.
Compartió que existen diversas modalidades de violencia en las instituciones de educación superior, como el bullying, la violencia docente, la inversa (horizontal y vertical), las violencias derivadas de las TIC (cibernética), así como la de género, de manera particular la violencia contra las mujeres y el mobbing o acoso laboral, motivo y tema de la conferencia.
Explicó que la violencia laboral muchas veces puede estar disfrazada de buenas intenciones lacerando el tejido social y profesional entre las y los docentes, lo que puede llegar a causar un daño psicológico, físico y económico.
Destacó la importancia de reflexionar respecto al tema para buscar soluciones asertivas que ayuden a mejorar el ambiente laboral dentro de las universidades y fuera de ellas, y que pueden ir desde la implementación de manera conjunta de programas preventivos eficaces y oportunos que vayan más allá de los espacios universitarios, fomentar acciones personales que promueven la paz y la sana convivencia, hasta la sanción a personas violentadoras y no permitir la reincidencia.