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La títere, el titiritero y la media clase

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que ya ni es media pero tiene mucha más clase que los morenarcos)

Una semana les bastó a la titina, a su creador y a los dipunarcos oficialistas para acabar con el mito del súperpeso. Bastó que el mesías abriera el hociquito para amenazar al poder judicial y a todos los organismos autónomos para que los capitales huyeran, el peso cayera y México perdiera mucha lana gracias a él.

Cosa que le vale a la mexicanada, más preocupada porque la compren con lo que sea que por su país.

Por más que quisieron hacer control de daños, no se pudo. El mesías tiene que abrir el hocico o se ahoga con su abundantes venenos y gases intestinales, y entre otras perlas ya soltó lo obvio: que va a hacer la finta como que se retira, peeeero… que va a volver cuando se lo pida «su» presidenta -¿cuánto van que va a ser a cada rato?- y cuando tenga que «ejercer» su «derecho» a «disentir» con algo… o con alguien, en este caso la reseca obediente.

O sea, nada de que se va. Va a seguir jodiendo diario y no dejando que le muevan ni un pelo a sus ocurrencias.

Tras el anuncio de su Alteza de que quiere acabar con el actual Poder Judicial y los organismos autónomos que son contrapesos, tanto la titina como los tontos útiles Ricardo Monreal como Ignacio Mier, quienes por su cuenta anunciaron la aprobación a web punto com de las contrarreformas pejistas, quisieron matizar sus babosadas al ver cómo tiraron la paridad. Los Hermanos Lelos, diciendo que antes lo iban a discutir y la titina hablando con organismos internacionales diciendo que eso no era como parecía, que ella es chida y buena onda y que no habría pex con los inversores.

Pues bien: a Monreal y a Mier los baño de insultos el Iluminado por querer suavizar sus contrarreformas, y ayer lunes, que la titina y su creador tragaron juntos para acordar la transición que no va a haber, la «científica» dijo que van las contrarreformas del mesías, rapidito y de mal modo.

Nueva zarandeada al peso, y desenmascaramiento total del papel que va a tener la titina, pero ya en la práctica: ella no va a decidir nada, todo el tiempo le van a estar marcando le paso y cuidadito donde se salga del libreto dictado por el macuspano.

Maximato habemus, raza.

Lo grave del asunto de perder al Poder Judicial y la Suprema Corte es que eso se lleva de corbata el grado de inversión del país. ¿Y eso con qué se traga? Pues el el índice de confiabilidad crediticia de un país, que ya de por sí es malo para México (-BBB). Acabando la certeza jurídica, adiós calificación y con ello nadie en el mundo se atreverá a invertir aquí o a prestar dinero al desgobierno caquista, arruinando de arriba a bajo la economía nacional. ¿Ya le captan, o siguen pensando en que vendieron su voto a la mejor titina del mundo?

Lo único bueno es ver ya en público lo obvio: eligieron a la primer sirvienta de la Nación, a las órdenes de un vejete resentido, narco, corrupto y asesino.

LA MEDIA CLASE

Además de querer convencernos que el fraude no fue fraude, en estos días nos quieren convencer de que fue la clase media del país la que fue en bufalada y votó por la titina para seguir la madriza que empezó el mesías que no se va a ir.

¿Fuente? Los muy, pero muy dudosos datos del PREP del INE morenizado, basados en los mágicos millones de votos que le aparecieron de la nada a la que no podía llenar un p… mitin ni con acarreados.

Si le entiendo algo a esto, la lógica de esta aviesa propaganda del oficialismo es que la misma clase media que el vejete acomplejado lleva todo el sexenio insultando con todas sus palabrejas idiotas que no pienso repetir, está tan agustín con el maltrato que pidieron tiempos extras y penalitas locas del mismo merolico metido ahora a ventrílocuo de una comunistoide que renunció a dignidad y cerebro con tal de volverse su clon.

Según la propaganda anti clase media, ahora nos gusta que nos sobajen como apodos, que venga el apodo del mesías por querer ser más y mejores que nuestros antecesores y querer que nuestros hijos sean aún mejores a nosotros; y que se nos critique el tener mayor grado de estudios que la mayoría de imbéciles -lo siento, ya no tengo respeto por esos mexicanos después de 2 de junio- que son susceptibles de ser comprados por el mesías y su ejército de inservibles a la Nación, masa de ignorantes mediocres como su líder.

En ningún video, de antes, de las elecciones ni después del fraude, he visto a nadie que tenga más allá de la secundaria entre la gente que llevaban a los mítines oficialistas, entre la gente exige que le paguen su voto o que se queja de que les vieron la cara, a nadie de clase media. Revisen los videos; hay cientos, y en todos es lo mismo. No hay licenciados ni gente de de la que le da tanto asquito al macuspano.

La clase media fue la que salió a las casillas, las abarrotó y votó por Xóchitl. El resultado fue obra del PREP alterado y la descarada compra de votos de parte de todo el desgobierno -esos pequeñísimos delitos graves electorales que ahora hasta los ex consejeros electorales dicen que no son fraude-.

Pero ahora resulta que a los clasemedieros nos encanta el mismo carcamán del que echamos pestes todos los días. Mira tú.

Voy a hacer un experimento: como cabeza de familia, empezaré a hacer hasta lo imposible para que mi familia la pase mal, cada decisión mía tendrá el fin de fastidiarlos, los dejaré sin dinero, sin comida, sin trato digno, y los insultaré de mañana a noche. Eso sí, les dejaré sus dos pesotes, como a la Bartola, para que se las arreglen, pesotes completamente gratis. Si todo funciona de acuerdo al librito pejista, ellos, en vez de estar resentidos, me pedirán el doble del maltrato, el triple de insultos, y me agradecerán el hambre, la miseria y la mala vida, e incluso traerán a todos sus amigos a votar junto a ellos para que la madriza siga y me alaben por la piltrafa que soy.

Chido mi plan, ¿no? Pues así de imposible son tanto el número de votos para la titina como la versión de que casi todos ellos provinieron de la clase media. Como diría el Pensador Mexicano, José Joaquín Fernández de Lizardi: no mamen.

Y como va la cosa, con el Planecito C y sus consecuencias apenas superficiales, de la clase media quiere el vejete que quede media clase para tener más pobres fanatizados para mangonear.

Aunque a ver por cuanto tiempo, pues a la titina no le dejó lana para que siga el dispendio pejista. Se van a acabar las entregas de dinero «gratis» y a ver cómo le hacen con los haraganes enojados.

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