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La Señora X y la tartamuda disléxica

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión escrita por el Señor F)

Cada aparición de la analfabeta funcional más cara del país es más denigrante que la anterior. La Vilchismosa (no me molestaré en poner su nombre) es un penoso títere que después de que se acabe la pesadilla pejista no va a encontrar trabajo ni lavando baños en una pulquería, y este día dio otra razón para eso.

Buscando evadir la ley para desobedecer el mandato del INE que le exige a AMLO que se calle el venenoso hocico y deje de hablar mal, difamar, poner en riesgo e insultar a Xóchitl Gálvez, éste puso a su disléxica del bienestar a referirse, de nuevo, a la senadora, pero ahora como la «Señora X».

Además de que el titulito suena como a película del Santo y Blue Demon, es clara la chicanería del mesías del narco que busca, siempre, evadir la ley y salirse con la suya, sin importar el ridículo necesario para tal fin.

Al Señor BPN (bueno para nada) se le hincha el caracolito del ombligo cada que le hablan de la que con la mano en la cintura y una sonrisa en la cara ya empató las preferencias del carísimo experimento que es la modelo de cuerpos de lombriz que se dice doctora y renunció hasta al último grado de dignidad e inteligencia con tal de quedar bien con un ignorante autoritario.

Siempre puede caer aún más bajo, pero la grosería de este miércoles de llamar a Xóchitl la «Señora X», pretendiendo quitarle nombre, personalidad y orgullo, es un nuevo punto bajo en la escala de cuatrotismo.

Más penita ajena da que una pobre indigna de incapacidades diferentes sea quien ejecute el ataque retórico del Iluminado, escudándose éste en la tartamudita para seguir ofendiendo a Gálvez.

Justo antier el cantante Francisco Céspedes le mandó un mensajito de redes al macuspano, burlándose de lo que todos sabemos, que es muy valiente desde su microfonito, pero de frente no puede hacer o decir nada, pues es muy cobarde para encarar sus peleas.

Céspedes no fue nada sutil al decirle que se escondió detrás de la Zopi luego de la crítica del cubanomexicano por su mal desempeño.

Y remachó: «En mi tiempo, los hombrecitos se defendían solos».

Nomás que Pancho Céspedes olvidó que el mesías es un hombrecito, uno muuuuy chiquititititito, muy acomplejado y, especialmente, muy cobarde.

PD: Xóchitl Gálvez debería registrar la marca «Señora X». Suena chido como para superheroína.

PD de la PD: Ah, y para «X», la tartamuda disléxica. Nada vale ante nadie.

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