Columnas

La paz propagandística de Apatzingán

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión sin limón de Apatzingán)

El fin de semana en Apatzingán fue otro buffet de las consecuencias de los abrazos a los delincuentes de parte del segundo no-presidente más popular de aquí hasta Próxima Centauri. Bloqueos, quemas de coches, camiones y negocios, balaceras e impunidad al cien por ciento de los perpetradores, de los cuales no han agarrado a ni uno aunque sea para muestra.

De parte de las autoridades locales, tenemos la clásica respuesta de ver para otro lado, minimizar lo que pasa y montar oootro operativo que es puro canto y nada de ópera, pues nada más les falta mandar a esa zona de conflicto a las Tropas de María que siguen la bandera, para ayudar a la Guardia Nacional, a la Guardia Civil, al Ejército y a las policías locales a seguir sin hacer nada contra el narco.

Esa inacción-complicidad fue la que ayudó a que alguien como Hipólito Mora fuese arteramente asesinado, a las amenazas y extorsiones a los empaques de limón y de sus trabajadores; a los bombardeos con drones, a los constantes asesinatos y hasta la escasez artificial del limón en el mercado nacional al ser los delincuentes quienes deciden cómo, cuándo, a qué hora y dónde cosechar o no la fruta, mientras ordeñan a las empresas.

Mientras tanto, en el gobierno estatal están más preocupados por promover la distribución de los panfletos de texto y adoctrinamiento gratuitos que por remediar, aunque sea por encimita, la violenta situación que viven a diario los apatzinguenses.

Tantas son las ganas de quedar bien con el mesías, quien por cierto no ha leído las burradas con las que pretenden maleducar a los niños del país, que trajeron al inicio del ciclo escolar michoacano al patético Marx Arriaga, fanático maoista que se dice responsable de la malhechura de los libros por parte de la SEP, para entregarlos en persona a unos inocentes educandos que no saben lo que les espera en el futuro mediocre que el régimen tiene para ellos. Vaya manera de meter el huarache de parte de la secretaría de no-educación estatal.

Y para más peor, la burla del humanista desde Palacio. Como era de esperarse de parte del psicópata (Porfirio Muñoz Ledo dixit) macuspano, quien este lunes, en sus acostumbrados apoyos al narco, dijo que los hechos sucedidos en este fin de semana en Apatzingán, no era nada serio y fueron calificados por el siempre sensible bocón de Palacio como un ˝acto más que nada publicitario propagandístico”, y se atrevió a asegurar que ya se “recobró la paz y la tranquilidad” en Apatzingán y los municipios limoneros.

Se nota que el Primer Haragán de la Nación vive entre algodones en su burbujita en la que sigue siendo la Flor más Bella de la Encuesta. Me encantaría que se fuera a gozar del terrorismo del narco en Apatzingán y los municipios de Tierra Caliente, sin guaruras ni camionetotas blindadas del año, como un ciudadano más, no como el presidente que protege a los cárteles, a ver si eso le parece tan padre y pacífico como asegura en sus mentiras que es esa zona michoacana.

Pregunta seria: ¿qué sienten al ver el caos que causan ustedes, los votantes, al darle triunfos electorales a los morenarcos?, ¿les gustan las consecuencias de su masoquismo electoral?

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