Fabio Mendoza/NSintesis
Salvador Llamas Urbina, director del SEAPAL de Puerto Vallarta y quien fue asesinado a balazos este viernes por la tarde en el restaurante Sonora Grill de Providencia, en Guadalajara, estaba sentado en la misma mesa con quien lo mató a tiros, declaró el Fiscal general de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz.
En la misma mesa estaba el ex director de seguridad pública de Puerto Vallarta, Fernando Muñoz, quien también murió en el ataque a balazos. Además, uno de sus escoltas fue muerto.
Eran dos personas las que estaban con los vallartenses cuando uno de ellos se levantó y empezó a dispararles, de acuerdo a versiones de testigos.
El funcionario asesinado fue nombrado director del organismo que maneja el agua potable vallartense pese a los cuestionamientos que sobre él se hicieron, y el alcalde Luis Michel lo hizo informalmente su coordinador de gabinete, por lo que era considerado su «hombre fuerte» y brazo derecho.
Llamas Urbina, al parecer, no tenía la mejor relación con los regidores de Puerto Vallarta, pues en los últimos meses fue cuestionado por varios de ellos e inclusive algunos externaron que si algo les pasaba lo hacían responsable, como los ediles Carla Esparza, Eva Griselda González Castellanos, Luis Munguía González y María Elena Curiel Preciado.
Sobre Salvador Llamas, se dijo extraoficialmente que estuvo presente en la balacera que se desató en los alrededores del centro comercial Andares el pasado 2 de octubre.
Se comentaba que entre los heridos estaría uno de los hijos del alcalde de la ciudad costera, Luis Michel, algo que el fiscal negó, pero no de manera categórica, aduciendo que una vez que se pueda hablar con los lesionados en el hecho se tendrá información al respecto.
Las investigaciones iniciadas este viernes apuntan a un hecho del crimen organizado, y el hecho de que los agresores cubrieran su huida regando abrojos en las calles aledañas para desinflar las llantas de los posibles perseguidores lo confirmaría.
Si no de tuvieron a los que los siguieron, sí afectaron a muchos ciudadanos, que vieron cómo las aristas de clavos se ensartaron en sus llantas.
En Puerto Vallarta, como reacción a la muerte violenta de Llamas, autoridades municipales montaron fuerte dispositivo de vigilancia alrededor de la casa del alcalde morenista, Luis Michel, a quien se le señala como mero prestanombres del poder al ser dos de sus hijos quienes deciden los asuntos importantes de la ciudad que dice gobernar.
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