Columnas

Estudio psicológico postmortem

«Somos Nuestra Memoria» de Boris González Ceja

A la señorita López Ballesteros la aventaron de un tercer piso: a ella se le conocía por su vivacidad, su alegría por la vida y por ser tan atractiva que todas las chicas querían andar con ella. De hecho, es muy probable que la hayan asesinado en la cárcel una persona que la quería, ya sea alguna de las tantas internas que se sentían atraídas por su personalidad y su belleza, o incluso por alguna de las custodias que “resguardan” el centro penitenciario.

Para determinar las causas de su muerte, que las autoridades justificaban como un suicidio, de la mano de la familia emprendimos una autopsia psicológica que buscaba revelar si ella tuvo en vida una personalidad susceptible de atentar contra su vida, lo que fue descartado.

Las circunstancias de su muerte fueron poco claras, el personal directivo del penal ofreció una versión poco creíble: dijeron las autoridades que se cayó de manera accidental, que tal vez fue un suicidio.

Sumado a la aplicación del dictamen colegiado médico-psicológico de posible tortura, protocolo de Minnesota, análisis de contexto y propuesta de reparación integral del daño desde la psicología, pudimos determinar científicamente que se trató de un asesinato, no un suicidio.

La autopsia psicológica es un recurso que se refiere a la reconstrucción de los rasgos más sobresalientes de la vida de un individuo para obtener una comprensión psicológica acerca de quién era, cómo algunas situaciones se presentaron en su vida y en general qué papel jugaron sus rasgos de personalidad en las circunstancias de su muerte.

Como puede verse, es un concepto que no se encuentra sin contradicciones, pero que en acción les da a las personas juzgadoras datos interesantes en las investigaciones de muertes dudosas, y aquí entra la familia. Ya que, en la inmensa mayoría de los casos, son los familiares, especialmente las madres y esposas, quienes dedican sus recursos para saber qué fue lo que paso en la muerte de su familiar y llegar a la justicia.

En México existe una marcada ausencia de profesionales de la psicología especialistas en peritajes, donde es necesario profesionalizar a ese sector, cumpliendo con una demanda social insatisfecha.

Se requieren psicólogos que sepan desarrollar, leer y escribir peritajes psicológicos, lo que representa una ventaja competitiva en el campo laboral en un área poco explotada, por lo que existe la posibilidad de insertarse en el campo laboral y desempeñar de manera eficiente su labor.

Es importante que las fiscalías puedan integrar a psicólogas con los perfiles idóneos que actúen en juicios, brindando acompañamiento en casos civiles, penales o familiares, así como especialistas con alta capacidad ética y técnica para intervenir de manera imparcial.

Muchos de los psicólogos se encuentran operando en la informalidad y bajo las interpretaciones (muchas veces sesgadas) de los jueces, por lo que es importante contar con la formación y el aval institucional que organizaciones fuertes de salud mental brindan, como lo es la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario.

Un peritaje psicológico es un documento científico que analiza el comportamiento humano en un contexto legal para aportar pruebas objetivas en un juicio. Se realiza por psicólogos, quienes evalúan la salud mental de una persona involucrada en un proceso judicial. Del 5 de febrero al 11 de julio de 2025 se desarrollará de manera virtual el Diplomado de Perito en Psicología.

Todos los interesados en inscribirse pueden conocer el programa, promociones de pago en diciembre de 2024 y demás información en el link https://www.facebook.com/share/1FBD6MymvH/

En psicología muchos profesionales no se encuentran preparados para hacer esos documentos legales, por lo que es un imperativo que se capaciten de manera profesional y dejen de engañar a los abogados con documentos sin valor.

Causas y azares…

  • El desprecio de la presidenta y gobernadores a la salud es evidente. Con la hipocresía característica del político mexicano promedio, en lugar de atender la corrupción incrustada que se tiene en la Secretaria de Salud, o lo que ahora es el IMSS Bienestar y su inoperancia, se dedican a buscar el control de daños, sin un programa serio y comprometido por la salud de las personas.
  • Disminuir el presupuesto 15 % de salud mental para 2025 tiene distintas lecturas, pasando de 2 mil 466 millones de pesos en 2024 a 2 mil 146 millones: lo que se requiere es quitar a sus directivos que no sirven, y elevar el recurso a salud mental que tampoco sirve y es accesorio, nimio y tan opaco como quien lo ejerce sin mayores consecuencias que desviarlo para sus intereses personales.
  • Apoyamos a la presidenta de nuestro país, ya que de esta manera apoyamos a México; por ello, es necesario externar que nos urge que ejerza el poder para el cuál fue elegida por todos los mexicanos, para todos y no sólo para algunos.

Hasta la próxima, que uno llega a ser grande por lo que lee y no por lo que escribe.

Conoce más en: https://linktr.ee/psicologiaparati

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