«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que ahora sí pela el juicio a García Luna)
Tanto que quería el mesías que se hiciera escándalo por el juicio a Genaro García Luna, que hasta se quejaba, en sus interminables choros llenos de mentiras, que los medios «no le daban cobertura».
¿Pues qué creen? Como adelantaba ayer, el mesías debe tener cuidado con lo que desea, pues ahora sí, ya que se van a acabar las intervenciones de testigos, a todo mundo le interesa ver el novelón de chismes sin pruebas que ha sido la testificación pues, como a cada santo le llega su fiestecita, a Pejito le llegó la suya.
Y es que el mentado Rey Zambada, en su ditirámbico y contradictorio testimonio, dijo que entregó siete millones de dólares a Gabriel Regino, director de seguridad pública de la Ciudad de México, cuando el haragán y bueno para nada Marxelo Ebrard era titular de esa secretaría y estaba bajo las órdenes de, ¿quién creen?, ¡de Pejito el Infalible!
Ese dinero, dijo antes de achimoltrifiarse y negar que había dicho lo que dijo, fue para pagar «una campaña». Si algo nos ha dejado padecer al mesías, es que vive para estar en campaña -pues gobernar no supo nunca- y que su esquema preferido de recolecta de lana ilegal para que sus eternas campañas siguieran en jacarandosa marcha, viniera de quien viniera, era mandando a personeros a recoger los varos en su nombre.
Sí: el esquema ya patentado por Haragán Industries® del mesías y descrito al dedillo en el libro «El Rey del Cash».
Uppsie. Como era de esperarse, nuestro chillón de cabecera ya atacó al abogado de García Luna (al capo no, fíjense), y del Rey salió conque es «más derecho» que aquel por acusarlo de recibir los narcovaros en 2006. Ya se sabe que el Peje defiende delincuentes, nunca a inocentes.
La derechura del Rey Zambada ha de venir de sus acusaciones previas en el mismo juicio, en las que decía que daba sobornos de 350 mil dólares a Vicente Fox y a Felipe Calderón, que además de chismes sin pruebas es la música que quería escuchar el dictadorcito.
Algo bien curiosín: casi en cuanto el Chimoltrufio Zambada dijo que siempre no dijo que le había dado 7 millones de dólares a Gabriel regino dirigidos a Pejito, cuando el abogado le recordó sus anteriores declaraciones de 2013 que lo aseguraban, el juez interrumpió el testimonio y pidió que mejor pasaran a discutir si las quesadillas de la Ciudad de México llevan queso o no. ¿Por qué diablos la interrupción? No me hagan pensar que el juez gringo tenía línea del narcogobierno mexicano para centrarse en acusar de cualquier modo a Calderón y que si por ahí brincaba un testimonio en contra del Iluminado, pasar a otro canal en friega.
¿Y Enrique Peña Nieto? ¿Existe, o nomás tuvimos un alucín colectivo de que vivimos seis años con el peor presidente que ha tenido México -antes que Pejito llegara a destronarlo-? Porque a Peña no lo tocan ni mencionan los chairos ni por equivocación, condicionadas sus mentecitas a que deben odiar a quien les diga su líder, o sea, Calderón, periodistas, disidentes y arrepentidos de haber votado por él.
El caso es que, como siempre, cada que cachan en la maroma al Iluminado, chilla, patalea, lo niega, se dice víctima y le echa la culpa a otro. Es taaaan predecible…
INOCENCIA LA COPIONA
Les recuerdo que la falta de dídimos del rector de la UNAM, Enrique Graue, de reconocer que la corrupta ministra Yasmín Esquivel copió su tesis sin cancelarle inmediatamente el título profesional, le dio tiempo a la ñora de inventar el cuento de que el autor original de la tesis fue quien la copió y que ella es inocente, caso al que le hacen al ensarapado en la UNAM que, júrenlo por Santa Apapucia, va a terminar por declararla inocente de copionicidio, por lo que la corrupta seguirá sentada a cuatro nalgas en su inmerecido lugar en la SCJN.
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