El Mayo Zambada el “cerebro” del cártel del Pacífico
A finales de la década de los 80, Ismael Zambada García definió su lugar en el grupo que, con el tiempo, se convirtió en el principal operador del trasiego de droga: el cártel del Pacífico, a cargo de un joven Joaquín Guzmán, El Chapo.
Las cabezas del cártel de Guadalajara, que dominó esas actividades criminales en dicha década y que formó a otros grupos, ya estaban en prisión: Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo.
Entre sus filas se habían dedicado a formar a los hermanos Arellano Félix, sobrinos de Félix Gallardo, y a Guzmán Loera, para seguir manteniendo el corredor del Pacífico mexicano para el trasiego de droga a Estados Unidos y mantener alejados a los grupos de Chihuahua y Tamaulipas.
Fue entonces que Zambada García, conocido con los alias de El Mayo, El M grande, El del Sombreo, El Padrino, El quinto mes, decidió romper con los integrantes del cártel de Tijuana para aliarse por completo con su paisano, El Chapo, lo que generó una guerra entre ambos grupos.
De acuerdo con reportes oficiales, El Mayo Zambada nació el 1 de enero de 1948 en El Salado, Sinaloa, en donde realizó diferentes actividades relacionas con la agricultura y en donde se comenzó a dedicar al cultivo de enervantes.
Es así como se integra al cártel de Guadalajara, al mando de Fonseca Carrillo y Félix Gallardo, y es en los años 90 cuando su alianza con Guzmán Loera y Héctor Palma Salazar, El Güero, comenzó a rendir frutos con el incremento en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos por medio de túneles a lo largo de la frontera y mediante operaciones aéreas.
En investigaciones realizadas en México, a través de diferentes oficinas gubernamentales y para el gobierno de Estados Unidos, El Mayo es el “cerebro” que convirtió al cártel del Pacífico en una gran empresa transnacional que logró colocar sus productos en las principales ciudades de EU, Europa, Asia y África.
Guzmán Loera era el encargado de mantener libres las rutas en México y de enfrentar a sus enemigos, como ocurrió en mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, cuando en un enfrentamiento con el grupo de los hermanos Arellano Félix falleció el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
El Mayo y El Chapo se mantuvieron juntos, y así ocurrió luego de la captura de Guzmán Loera el 9 de junio de 1993, en Guatemala, para ser internado en los penales federales del Estado de México, y en 1995 en el de Puente Grande, Jalisco, de donde se fugó el 19 de enero de 2001.
Para las autoridades, El Mayo apoyó con dinero, equipos y personas esa y la segunda fuga de El Chapo de un penal federal, ésta última ocurrida el 11 de julio de 2015.
Oficinas como el Departamento del Tesoro y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) definen a El Mayo Zambada como un personaje que, gracias al “bajo perfil” que ha mantenido a lo largo de 30 años, no ha sido ubicado por las autoridades.
Sin embargo, es el único capo que ha dado una entrevista formal a un periodista, en su ámbito de operación, cuando en abril de 2010 Julio Sherer publicó su encuentro con El Mayo Zambada en el semanario Proceso, con una fotografía en la portada. Ahí habla de que tiene esposa y cinco mujeres, por lo que se le conocen 11 hijos.
Con información de Excelsior