Columnas

El libro de los apodos

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión sin apodo)

Como otro de sus hilarantes y fastidiosos distractores, hace unos días salió otro de los libros que el mesías dice escribir (más de una vez lo han agarrado patinando con sus «propios» textos porque desconoce el contenido), un libelo llamado «Gracias». Lo primero que se me ocurre es que más que dar «gracias», el mesías debe pedir perdón.

Claro que eso no lo veremos ni en esta vida ni en este plano astral, pues el mesías no tiene ni el salario mínimo de decencia para reconocer uno solo de sus errores. La culpa, remember, siempre es de otros, ej un compló, bla bla bla etc etc etc…

Si se supone que tenía alguna otra intención, sólo Santa Apapucia sabe cuál era, porque de lo único que se ha sabido del librejo es que es un catálogo de apodos, empezando contra la Seño X. De ella, el mesías nos sale con sus apodos de niño de primaria, que de tanto repetirse ya resultan chocantes e insorportables, además de falsos: que Xóchitl es «ladina, clasista y racista».

Alguien, por favor, que le de un libro de leperatura mexicana para que el mesías aprenda otros insultos más ocurrentes. Ya cansa escuchar las mismas boberías una y otra vez, repetidas ad nauseam por la secta.

Lo curioso es que el tal libro ni quien lo pelara, y fueron los medios grandes los que por medios de notas le empezaron a hacer una nada disimulada campañita de promoción.

Hemos sabido que el tal librejo trae más apodos y tonterías respecto a todos los enemigos del Iluminado que ve conplots hasta en los corn flakes. Claro que ni la pena vale resumir o mencionar por salud mental.

Y hablando de salud: resulta ser que a partir de que se ha popularizado la serie de hashtags #NarcoPresidente #NarcoPresidenteAMLO #NarcoCandidataClaudia #NarcoPartidoMorena #NarcoGobiernoAMLO #NarcoGobiernoDeMorena, al infalible que todo hace mal se le hinchó un ojo y es hora de que no se le ha bajado lo inflamado.

Lo describió con una palabreja tabasqueña, que no me tomo la molestia de repetir porque es una muy sangrona. Pero el ojito da cuenta de que el mesías metiche no está bien de salud y que trae un corajón encajado porque sus minions nomás no lograron echar abajo las tendencias que lo señalan como narco. Mucho hubiera ayudado que no dejara rastros de su preferencia por chiquear, no detener, no incautarles nada, no controlar y ni atacar a los cárteles, pero como alguien que habla mucho termina por dejar rastros amplios de sus dictums, abundan las pruebas de la relación que se dio porque el Peje aceptó dinero del narco para pagarse sus años de estar de grillo sin trabajar.

No falta quien dice que el ojo de cotorra es causado por una embolia. Más bien parece un edema palpebral, exceso de líquido en los párpados, aunque eso no quita que se le note cada vez más chiflado, más paranoico y autoritario.

Para ser alguien taaaan seguro de que va a seguir su régimen de destrucción vía la titina Sheinbaum, eso de que las preocupaciones somaticen no es bueno para sus planes.

Por eso decimos a sus enfermedades: ¡Vamos, muchacheeees…!

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