Columnas

«El Grito» a la 2023

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que pega de gritos)

Con todo dispuesto después de haberse echado un chocolate «Abuelita» para quitarse el frío, el Padre Hidalgo estaba reunido con los conspiradores para llamar a la asonada que pretendía iniciar con la lucha de Independencia.

-¿Bueno, bueno? Sí, sí funciona el micrófono- dijo mientras manipulaba el sonido-. Bien, raza, debemos ir a coger gachupines.

-¡Sííí! – se oyó un grito que recordó mucho a Juan Gabriel.

Hidalgo se sacó de onda por semejante exclamación, y preguntó:

-¿A quién ha emocionado tanto mi llamado? Aclaro que el verbo que mencioné se usó con el significado que se le da en el correcto español, no en los albures mexicanos.

-¿Entonces nomás vamos a atraparlos y ya? -preguntó Miguel Allende.

-Como que estáis medio raro desde que os unisteis a los grupos de identidad confundida, tocayo. Sí: los atraparemos y les haremos pagar por la dominación de la Corona sobre estas tierras.

-¿Y ya pagasteis el debido cobro de piso? Porque si no, el jefe de plaza nos puede quemar la Iglesia de Dolores y nosotros aparecer colgados de un puente del Camino Real de Tierra Adentro – preguntó Ignacio Aldama.

-¿Cuál derecho de piso? ¿Desde cuándo nos cobran por hacer nuestras labores de héroes patrios de cabecera?

-Desde que el virrey Macuspano decidió que había de consentirse a los delincuentes en vez de aplicarles castigos de inquisidor, que mantenían a raya a los cárteles virreinales. Desde entonces, la Nueva España está a punto de convertirse en Colombia, mientras que los reales ejércitos sólo sirven para llevarles café y galletitas a los sicarios.

-Vive Dios que ese es un escollo de considerable tamaño. No puedo creer que ya ni siquiera puede hacerse una rebelión común y corriente sin que nos meta la pata la real delincuencia organizada.

-Y si no son esos, nos salen al paso los muertos vivientes de la secta -dijo la Corregidora.

-¿Ya tenemos zombies en la Nueva España? -preguntó Hidalgo genuinamente sorprendido por vivir un capítulo de «The Walking Dead» en tiempos coloniales.

-Bueno, no están totalmente muertos, que vaya que comen y viven del erario con azas apetito. Sólo tienen muerta la parte correspondiente al razonamiento, y por ello creen que el Virrey Macuspano es la mismísima reencarnación de Dios en la Tierra y llaman transformación a su cauda de desatinos y ocurrencias- explicó Josefa Ortiz a la vez que le corregía la postura a Hidalgo, pues le pareció que estaba muy jorobado para la pose que le pidió el pintor que lo captaba para las monografías de las primarias.

-Fanáticos y narcos. Vaya combinación. Entonces, ¿cómo vamos a dar el Grito? Porque yo ya quedé con unas chiquigordis para echarnos unos tequilas en un antro de Guanajuato después del llamamiento a la insurrección contra la Corona… Bueno, no; mejor nos levantamos en contra de la Tecate. La Corona sí me gusta -dijo Hidalgo.

-Vamos ya que Nicolás Bravo salga del charco en que se metió- le dijo Allende.

-¿Qué qué? ¿Por qué Bravo está en un charco?

-Es que él dice que se percibe como ajolote, y quiere vivir y que lo tratemos como uno, por eso se buscó un cuerpo de agua en el que permanece todo el día con los ojos pelones y dentro del agua; le cortó las trenzas a toda su servidumbre para tener los apéndices que tienen los ajolotes en la choya, come moscas y se lleva de piquete de ombligo con las ranas.

-¿Pues qué diantres de tiempos vivimos que todo está de cabeza? Vámonos con los que tengamos a la mano.

-No se puede- dijo la Corregidora-, porque dice la tropa de la generación de cristal que ellos no van a ninguna guerra, por muy de independencia que sea, si no hay baños para cuatrocientos géneros sexuales que acaban de inventarse, cuando la genética y Santa Apapucia sólo crearon femenino y masculino.

-¡Me lleva Fernando VII! No me va a quedar otra más que hacer una transmisión en vivo desde mi Facebook, y esperar que alguien no ande borracho por las Fiestas Patrias nos ponga atención y haga caso al levantamiento.

-Tampoco se va a poder, don Miguel- intervino Allende.

-¡Me lleva la fregada! ¿Ahora qué?

-Que la cuenta la tienes suspendida por andar subiendo tus fotos de novohispanascalientes.com , y hay que esperar cinco años a que te levanten la sanción.

Furioso, Hidalgo se subió al campanario y gritó todas las groserías y blasfemias que se sabía. Eso llamó la atención de la multitud, que pronto se acercó a él y celebró con risas las palabrotas y salidas de tono del nativo de Corralejo.

Debido a eso, Hidalgo se volvió viral y todo mundo lo conoció en la Nueva España como quien contaba el chiste de la Independencia. Ahora, le va muy bien como standupero.

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