«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión dedicada al hijo de su papi)
Lo que son las cosas: este espacio de todos modos se lo iba a dedicar al primer Hijo de su Papi por el numerito que hizo en su estreno como dueño del juguete electoral de su progenitor, con el que entregó derrotas en Durango y en Veracruz, además de la anémica «votación» electoral.
Y ya estaba listo yo para decirle al simpatiquísimo hijito de su garnachero que mejor se dedicara a traficante de mocos (con esa nariz, tendrá éxito inmediato si se dedicara a esa nueva rama del emprendimiento que se me ocurrió para él) en vez de mapache electoral, porque además de barrio le faltan piezas políticas en la carrocería como ser bien grillo, oportunista, amarres, calle y relaciones en corto, y que solito se me puso de pechito para escribir sobre él y sus simpáticas aventuras.
En una ¿entrevista? con una fanática de la secta, y con otra fanática encumbrada y enriquecida por la secta (la rateraza ojos de pulga Luisa María Alcalde), el junior se quejó de que ya no quiere que le digan Andy, porque dice que se llama igual que «el mejor presidente de México» -hasta donde me quedé, su papá es el narcocorrupto AMLO, no Ernesto Zedillo-, y que si no lo llaman así le quitan «su herencia».
¡Cosita! Se cree que ser el tocayo y consentido del asesino macuspano es todo un honor. Hasta ahora, este panzón nariz de Hermano Lelo había ido por la vida charoleando con el nombre de su papito, que usó como permiso para hacer millonarísimas trácalas en casi todas las ramas del gobierno y los negocios que su pedorro padre. Como hijo del mesías, empresarios nuevos y viejos le ofrecían tributo$ y, ¡tan tán!, super negocio en marcha.
Ya que se acabó el primer sexenio de su papito, antes de irse a esconder de EU tras ser encuerados sus narconexos y negocios con los capos, el junior Andy (que no le digan Andy a Andy, caramba) quedó al frente del negocio electoral, Morena, Secta Arrastrada de Capital Variable, en la idea de que nomás por ser el garnacherito el éxito electoral ya estaba asegurado y seguiría la aplanadora electoral morenarca, compra de votos incluida.
Pero sucedió que Andy salió más bueno para cobrar sobornos y mordidas que para hacer elecciones, y en la farsa de elección electoral no reunió ni a sus cuates corruptos para votar. En Durango y Veracruz, le metieron tremenda goliza, y eso que en el primer estado está el famélico y agonizante PRI gobernando, y en el segundo eran morenistas.
Desde la ResecA para abajo, le echaron la culpa de las derrotas al hijo de su macuspana por la madrina. Éste, fiel a los años de reflejos condicionados aprendidos a fuerza de ver mañaneras, le echa la culpa a todo mundo, al América, a los aliens, a Trump, a quien sea, de que es un inepto que acaba de demostrar que es un Gordolfo Gelatino electoral.
Todo lo anterior se le junta para que el ChompirAndy ya no quiera ser el ChompirAndy. Ya quiere que se le conozca por su nombre de adulto, no como la copia china hecha a la carrera de su delincuente progenitor; asÍ sea.
Y como decía Joan Sebastian: te voy a cambiar el nombre, en base a lo que has logrado; ahora te llamas «Fracaso», juniorcete amarranado.
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