El atontado contra el antimexicano
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión con más puntería que el tirador contra Trump)
No voy a disimular: lamenté que, de todos los tiradores locos llenos de armas peligrosísimas de Estados Unidos, el único que se animó a tirarle al racista más descaradamente antimexicano de la historia fue uno sin buena puntería.
Los dichos tradicionales, que como decían las abuelitas de antes son evangelios chiquitos, nos dejan uno muy apropiado para el descaradamente corrupto, inepto, impune, racista, sociópata y ególatra ‘Trun’ (el mesías dixit): «Muerto el perro, se acabó la rabia». Y justamente eso hubiera pasado: sin el loco agitador alborotando a los gringos más nazis, después de un rato movido todo habría vuelto a su cauce.
Pero no. Que el mocoso que le tiró, Thomas Mathew Crooks, no le da.
A los ojos de los chairos gringos, esos red neck que tienen armas a lo idiota, que por lo general no han salido de Estados Unidos, que son muuuy ignorantes y se creen cualquier cuento de cualquier iluminado, Trun quedó como «héroe», porque «resistió un balazo» por «su causa».
Hasta donde me quedé, la única causa de Trump es Trump, nada más. Recuerden cómo empezó esto: Joe Biden (quien ya está cascabeleando gacho por falta de refrigerante en el motor y no debería competir) le ganó la elección por algo así como tres millones de votos (273 votos electorales de Biden contra 214 del nazi corriente), pero el ego del anaranjado racista no soporta perder, y se inventó el cuento de que le ganaron (¿les suena?).
Azuzó, todos los vimos, a sus racistas y nazis favoritos y los convocó a meterse violentamente al Capitolio a anular el nombramiento legal de Biden como presidente. Los videos están ahí: había nazis con altavoces dando los discursos de Hitler; supremacistas blancos llamando a matar negros y judíos; gente armada y violenta que obedecieron de inmediato las órdenes que les dio Trump ahí mismo: a tirar el Capitolio.
De entrada, ese día a causa de las órdenes de Trump murieron 6 personas y decenas resultaron heridas, la mayoría policías rebasados por los racistas. El vicepresidente gringo Mike Pence, fue amenazado por Trump para que obedeciera la orden de tirar las elecciones a su favor, y la turba nazi lo buscaron con la idea de colgarlo de una cuerda.
Muchas personas murieron después del ataque al Capitolio, la mayoría por suicidio, debido a las secuelas psicológicas que les dejó el ataque ordenado por Trump. ¿Cuántos muertos pagó Trump con cárcel? Ninguno.
Las layes gabachas, que sólo son rápidas y eficientes en las películas y en la tele, acá en la vida real se han dedicado a proteger al panzón racista antimexicano, al grado de que estando condenado por 34 crímenes, va de candidato presidencial.
Por si lo anterior no fuera suficiente, Trump ya se escogió un joven mantequilla peor de prejuicioso, racista y antimexicano que él, un tal JD Vance. A este par no les hace ninguna gracia los abrazos a los delincuentes que prodiga su empleado de Palacio Nacional; que éste mismo se haga como que la Virgen le habla con la producción y trasiego de fentanilo desde México al gabacho y están que se mueren de ganas de declarar terroristas a los narcos mexicanos para entonces meterse hasta la cocina a atacar sicarios y detener capos en sus propios escondites en nuestro país.
Este escenario es particularmente nocivo para el mesías, pues si algo no escondió este sexenio fue su preferencia, ayuda y servicios a favor del narco, de lo que la DEA y otras instancias del government gabacho tomaron notas muy detalladas.
También quieren cobrarle a Pejito que entre él y la Marina mexicana, previa transa en las aduanas, ayuden a meter ilegalmente a Estados Unidos metal hecho en China de mala calidad, violando las regulaciones del TMEC, amén de otros asuntos sobre ese tratado que ya le tienen en fila (entre esos, la contrarreforma judicial).
Algunos dicen que a México le va a ir mal con Trump repitiendo de preciso gringo. Les corrijo diciendo que al país y a los mexicanos les va a ir mal gracias al mesías con narcofilia y su infinita torpeza con Estados Unidos.
Además, aquí ya nos fue de la fregada con el fraude megamillonario para imponer a la reseca como presidenta, que como ya ha demostrado hasta el cansancio no tiene voz, voluntad, agenda, ni funcionarios que no le elija el mesías, quien va a seguir gobernándola.
Es a Sheinbaum, alias el mesías, a la que hay que temer. De Trump, que se cuide su «amigo» el mesías, porque esta vez sí le aplicaría la llave de jiu-jitsu «asómate a ver quién viene en la frontera».
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