Columnas

Cuando los «bots» llenan el Zócalo y las plazas

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que echa porras a los ciudadanos)

¿Pues no que el hashtag #NarcoPresidente era impulsado por bots jijos de toda su cibernética? Resulta que los «bots» que se imaginaron el mesías y su obediente oficialismo se materializaron este domingo por todo el país, y ya deplanamente le dijeron sus netas a grito pelado: «¡Narcopresidente, narcopresidente, narcopresidente!», hasta que se les acabó el aire de los pulmones.

De nuevo, la ciudadanía sacó la casta contra los deseos de una dictadura transexenal que impulsa el ignorante «escritor» de libros que no redacta, amigo de narcos que no gobierna y caricatura de presidente que nunca ejerció como tal. Por eso los mexicanos salieron a defender voto y democracia por igual.

Pero por supuesto, las marchas fueron descalificadas, primero, por el susodicho, quien llamó «alcahuetes» de la corrupción a los participantes. ¿No se mordió el hociquito? Porque a estas alturas de la trama, el único que consiente, solapa, impulsa, defiende, cobija y apoya a corruptos es su Pejestad. La segunda en descalificar a los ciudadanos es la misma que ahora anda queriendo hacerse la simpática buscando su voto, la imitamicos Sheinbaum, quien repite palabra por palabra las mismas estupideces de su titiritero.

Alguien dígale a la reseca «doctora» que si cree que insultando a los mexicanos cree que votarán por ella, está muy equivocada.

Las cachetadas de realidad llegan una tras otra al régimen. La semana pasada, en Latinus se reveló la entrevista solicitada por un tal Celso Ortega, quien reveló con todas sus letras que «Los Zetas» financiaron por lo menos la campaña presidencial de  Pejito en 2006 -dejó entrever que las otras dos campañas presidenciales que hizo también- con la promesa de que les «entregaría el país» para delinquir chido y sin interrupciones. ¿Respuesta oficial? La negación, but of course.

Enseguida, el coro de los Niños Castrados de Morena entonó la bien ensayada sinfonía «Es un montaje» del compositor del himnos al PRI llamado Mesías Fentanilo, queriendo con ello negar la realidad de la entrevista y de los hechos ahí revelados.

¿P’os qué creen? Que este domingo, después de la marchotota ciudadana, la FGR soltó un simpatiquísimo cominicadito en el que, con toda la candidez del mundo, piden a Celso «O» -ya ven el léxico de cuicos burócratas de ahora y su manera de según ellos proteger la identidad de un pobrecito delincuente- que asista a sus oficinas y les lleve las pruebas de lo que afirma en el video, de paso admitiendo que no hubo montaje alguno en la entrevista de Latinus.

Cuánta candidez. Ni que fueran alcaldesas de Chilpancingo para que el capo les conceda tanto tiempo.

Les va el texto de la FGR, toda una joya del humor involcuntario:

«#FGRInforma | Se ha abierto de inmediato un desglose en los diversos expedientes penales que se siguen a la organización criminal: “Los Ardillos”, para la localización de Celso “O”, supuesto líder de esa agrupación, para que, ratifique y compruebe las afirmaciones que realizó ante un medio periodístico. (1/2)

«En tanto, se exhorta a dicho individuo para que, de inmediato, y por el medio idóneo más práctico al que tenga acceso, haga llegar a esta Representación Social todos los datos y pruebas que den sustento y credibilidad a su referida declaración periodística. (2/2)».

¿Y como por qué se acuerdan hasta ahora de Don Ardillo? Por cometer el máximo delito existente en este país: cuestionar al mesías del narco. Si no abre la boca, seguiría tan a gusto jodiendo guerrerenses.

Que Gertz Manero espere al capo sentadito; se va a cansar si lo hace de pie.

Mientras tanto, en el mundo las marchas ciudadanas y el hartazgo contra el pejismo cada vez llaman más la atención. Si lo quiere ver de este modo, el mesías ya tiene más público. Todo en contra, pero audiencia es audiencia, ¿no?

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