Columnas

Corundas, pan y circo

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión que hará un show en el centro moreliano)

Bendita sea Santa Apapucia que no hay urgencias en el estado purépecha, que se pueden dar el lujo de funcionar más como promotores de conciertos que como gobiernos.

Así, para conmemorar el cumpleaños de José María Morelos organizan guateques en los que el héroe patrio sirve nomás como pretexto para la fiesta. Así, hay ceremonias desfiles y conciertos para honrarlo.

¿Honrarlo? Bueee… El Cura Morelos desenvainaría el sable contra aquel que se le ocurrió celebrarlo trayendo el dudoso talento de quien fungía como gancho para que Sergio Andrade tuviera siempre chavitas menores de edad a su disposición, mejor conocida como Gloria Trevi.

A eso se suma un desfile militar (ya hasta los cumpleaños de los héroes patrios de planta han sido militarizados) en los que se traen tanques, aviones y recursos de la SEDENA, SA, distraídos como están los generalitos en ser empresarios chafas y en participar en desfiles, pues al cabo en la zona limonera de la Hot Land (Tierra Caliente, pues) no hay cárteles qué combatir para que dejen de extorsionar a la gente. Mejor traer a las tropas de élite de bastoneras.

¿Será que dos horas, o menos, de los alaridos destemplados de Julión Álvarez y su Agropecuario Banda lograrán resucitar a Hipólito Mora tras la mortal agresión que sufrió en semanas pasadas, o que los delincuentes dejen de bombardear con drones?

¿Que la Guardia Civil anda pasándose de lanza con los morelianos? Recétales una serie de presentaciones de bandas que tocan música de esa en la que con sus pasos le desbaratan la matriz a rodillazos a la pareja bailadora, y con una tocada frente a Catedral se quita esa mancha de la memoria colectiva.

Pero como hay un amplio espectro de gustos que complacer, pues hay que traer a las bandas más renombradas del último rock decente producido en el país. Así, y como no hay otras urgencias que atender, que se vaya la lana en traer gratis a Caifanes y a Molotov (esos grupos si me gustan, matarile rile ró), pues hay que atender a los chavorrucos a los que el rock and roll nomás no los abandonó después de la tierna juventud y a los chavos de ahora que prefieren escuchar la música de los ochentas que a los artistas desechables de la actualidad.

El punto es que ya es mucha música para distraer la realidad, ¿no? Haciendo un balance, quienes mandan sacan diez y palomita como promotores musicales. El desempeño de su trabajo sale mucho menos bien calificado.

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