«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que no admira dictadores)
Desde que era agitador en Tabasco, disfrazado de «líder social», al mesías ya le urgía por convertir a México en una Cuba grandotota. De sentirse Iluminado viene desde antes, cuando al parecer tuvo una experiencia en la que por poco se muere (ahogado, según mis datos) y desde que sobrevivió se sintió que iba a ser muy trascendente.
Entre las biografías ficción que le han hecho estuvo la de un comandante sandinista, Tomás Borge, quien describía al agitador de entonces como uno tan pero tan pobrecito que nomás tenía un solo par de tenis, que cuando los lavaba tenía que secarlos con el aire del motor del refrigerador (como en Tabasco no hay sol ni calor, no se le secaban las chanclas, vean ustedes). Ese texto se publicó en la revista Emeequis cuando pertenecía a «El Universal», en la década de los 90s.
Por cierto que ese Tomás Borge tenía tendencia a hacer biografías de patanes, porque la anterior a la del Peje fue la de Carlos Salinas de Gortari.
Volviendo al agotador disfrazado de «líder social», para variar andaba alborotando el avispero en la elección de candidato a gobernador de Tabasco -de la que se sentía merecedor-, y com también andaba alebrestando a las comunidades, en 1983 el gobernador Enrique González Pedrero -otro de los papás del Frankestein macuspano- lo nombró oficial mayor, cargo al que renunció en menos de 24 horas, porque «lo alejaría de mantenerse cercano a la gente»; o sea, no le dejaría andar de agitador.
Antes del nombramiento como oficial mayor, le habían asignado la renovación de la dirigencia tricolor y de la clase política regional, que el mesías entendió como una campaña de adoctrinamiento, y para que le quedara claro que su agitación pro comunista entre la población no caía bien, el gobernador le dijo bien clarito: «Andrés, esto no es Cuba», al darle el trabajo por el que renunció de inmediato para salirse del PRI, emberrinchado por no ser candidato.
La cubafilia personal del macuspano la usa ahora como pretexto para que la dictadura ordeñe a México como lo hizo con Venezuela. Primero con los inútiles y carísimos «médicos» cubanos, que ni inyecciones ponían en plena pandemia, con la vacuna contra covid que nadie se quiere poner por no estar probada ni aprobada por organismos mundiales serios, con la compra de piedra para las vías del desastre ecológico y económico que es el Tren Maya, con el nombramiento de Miguel Díaz-Canel como orador principal de nuestro Día de la Independencia y ahora, obsequiándole la mayor condecoración del gobierno mexicano al mini Castrito.
No cabe duda que todo lo que toca el mesías lo rebaja a categoría -5 de corriente. Condecora a quien ha mandado matar, encarcelar, torturar y hace morir de hambre a los cubanos.
Lo curioso es que acá y en muchas partes de Latinoamérica sobran idiotas que no viven en ese país, pero lo pintan como el Paraíso Terrenal, tierra de leche y miel donde todo es perfecto. Esos mismos idiotas atacan a los cubanos que salen huyendo de las delicias de la dictadura asesina, y hasta pretenden enseñarles cómo es el país en el que ellos nacieron, crecieron y sufrieron.
En serio se extrañan los entrañamientos, brutos pero valientes, de Vicente Fox con el dictador Fidel Castro, con su célebre «comes y te vas» de una cumbre de presidentes en México.
Pasamos de eso a la zalamería prodictadura que pone como tapete a México y su soberanía para que los pisoteé la rémora cubana.
LOS NOMBRES BRINCADORES
Querían juicio a García Luna, ¿no? Según el Rey Zambada (testigo del que se esperaba mucho y también resultó puro ojo de pancha), le habrían dado un montón de varo a Felipe Calderón y a Vicente Fox. Ah, pero también agregó que le dio dinero a las autoridades policíacas de la Ciudad de México cuando… AMLO era Jefe de Gobierno y Marcelo Ebrard era Jefe de Seguridad Pública.
¿Eso no lo van a destacar en la misa de siete?
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