Con mis delincuentes no
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que celebra el nuevo estatus de los criminales mexicas)
A cada santo le llega su fiestecita, dice el sabio dicho mexicano. Y a los diablos, porque dudo que tengan santos a su lado, del mesías macuspano y sus patrones y mecenas del narco no sólo se les llegó el novenario de fiestas, si no que este se extenderá por todo un segundo periodo del naco nazi racista y absolutamente antimexicano que hoy asumió el puesto abriendo boca con lo que más temían los morenarcos: la declaratoria oficial de los narcos nacionales como lo que son, terroristas.
¡Changos, monos y gorilas! Casi todo el partido oficial amerita ya mismo cárcel por sus nexos con los delincuentes, como vemos a diario en las noticias que brincan por todo el país desde los desgobiernos morenistas. La declaratoria es una bomba atómica para la defensa de los narcos que durante todo el sexenio anterior hizo la peor basura de la historia de México que llegó a presidente por la pura cobardía y complicidad de los regímenes del PRI y del PAN.
La tal declaratoria viene acompañada por la simpática promesa de que se van a partirles la mandarina en gajos a donde estén. Upps. Macuspana, we have a problem, porque las asociaciones inconfesables y descaradas dejaron rastros por todos lados, especialmente en el circo de las mañanas, en donde el mesías cometió toda clase de delitos a favor de ellos y defendió en todos los tonos a los narcos. Pruebas hay de sobra, empezando por las nulas detenciones, la falta de decomisos, la suspensión de la cooperación con la DEA, la falta de vigilancia en las carreteras nacionales, la total libertad para delinquir de las organizaciones, el respetuoso trato a los capos con nombre y apellidos, no por apodos; la liberación de Ovidio, sólo eso delito muy grave; el saludo hasta su camioneta a la mamá del Chapo; la negativa a atacarlos y lo que quieran agregar.
¿Huele a que la fiestecita patronal del diablo del mesías ya se acerca? Oh, sí. Vaya que sí.
Fuera de eso, la llegada de Trump representa un gran detrimento para nuestro país. Y todo por culpa del multicitado y su gerentA, que hicieron hasta lo imposible por tensar y poner en riesgo la relación de nuestro país con el socio del que depende prácticamente toda nuestra economía.
En el choque de nacionalismos populistas, el mexicano sale perdiendo gacho ante el nacionalismo nativista, ignorante y agresivo del hocicón naranja, de sobra conocido por el odio que nos tiene a los mexicanos como personas y como nación, todo a partir de una transa que no le salió bien en Baja California hace años.
El matiz entre los populismos lo puso el mesías, quien en los hechos reveló el trato que hizo con los narcos de pedir dinero a los delincuentes -porque el mesías fue quien los buscó y les pidió varo para sus eternas campañas, incluida la de enriquecimiento muy explicable- y por eso los defendió a capa y espada, cesó todo tipo de operativos y detenciones y, lo peor de todo, les dio patente de corso para delinquir como quisieran sin ser molestados por las autoridades.
200 mil muertos dejó en seis años el pacto de AMLO y los cárteles; ya vamos cerca de los 10 mil en los poco más de tres meses de la resecA, y sólo hasta ahora empezaron decomisos y detenciones, pero la respuesta a las amenazas de Trump llegó demasiado tarde. Toda la ofensiva a los delincuentes debió ser desde hace años, y el enojo y reclamos por la detención del «Mayo» Zambada de parte del titiritero y su marionetA contra el gobierno gabacho no hicieron más que engordar las sospechas de la relación insana entre el titular del gobierno federal mexicano, el de antes y la de ahora, con los maleantes.
Esta semana anterior, el periodista Ricardo Alemán dio a conocer el trascendido de que el «mejor presidente de la historia de México», el «segundo más popular del mundo», el más tragador de garnachas y el más corrupto, estaría ya escondido en alguna residencia perteneciente a la dictadura cubana. De ser así, el bocón agresivo que tuvimos todos estos sexenios resultó ser muy cobarde a la hora de los cocolazos, ¿no? Porque si con toda nuestra Nación se pasó de choriqueso, al naco riquete naranja le tiene pavor, más ahora que gracias a su permisividad con sus narcopatrones para producir y meter fentanilo a EU, hizo enojar a su ex amigo «Trun».
Por último, me gustaría ver a la secta, de Ricardo Monreal para abajo, llamando de nuevo a la unidad a los mexicanos a quienes han despreciado, insultado, robado y trampeado en la pasada elección, ahora para defender a los narcotraficantes de los operativos de fuerzas especiales que se les vienen encima.
Son tan cínicos que lo van a hacer. Júrenlo.
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