Fabio Mendoza/NSintesis
Desde que llegó al poder, AMLO se ha dedicado a decir que se rige por la vetusta Doctrina Estrada de no intervención en asuntos de otros países, pero en la práctica sus constantes intromisiones y críticas a otros gobernantes han causado que México pierda el prestigio que antes tenía a nivel internacional.
Con España, fueron constantes los despropósitos y exigencias de que se disculpara por la Conquista, algo a lo que tanto el gobierno como el Rey de ese país se negaron de manera rotunda, por querer AMLO ver desde la perspectiva actual los hechos de hace cinco siglos.
Con Estados Unidos, la lista de agravios que se acumulan van creciendo. Desde ir a hacer campaña abierta por Donald Trump en plena campaña de reelección, que perdió, hasta negarse a reconocer el triunfo de Joe Biden y ponerlo en duda, basado en las mentiras de Trump de que le robaron una elección que nunca ganó. AMLO ha cambiado condiciones y acuerdos del libre comercio entre Canadá, EU y México, lo que ha derivado en constantes fricciones con esos países, que exigen que respete los acuerdos que firmó el actual gobierno.
AMLO no tuvo empacho en meterse en los asuntos internos de Perú con tal de defender al incompetente Pedro Castillo luego de ser detenido por intentar un golpe de estado. La familia del corrupto ex presidente peruano vino a dar a México, donde viven a expensas de los contribuyentes mexicanos. AMLO causó que Perú rebajara al mínimo su relación con nuestro país por las constantes ofensas a la presidenta Dina Boluarte.
Cuando su amigo Evo Morales tuvo que salir huyendo de Bolivia por haber hecho trampa en las elecciones, queriendo extenderse ilegalmente en la presidencia, a AMLO no le importó violar espacios aéreos de varios países con tan de mandar un avión de la SEDENA a sacarlo de suelo boliviano.
Con Colombia, primero comenzó criticando a Gustavo Petro, y ahora ambos se ponen de acuerdo para atacar a presidentes constitucionales que sacaron a sus aliados chavistas del poder.
Con Argentina, otro país gobernado por populistas estilo AMLO, que arruinaron al país austral, se ha dedicado a atacar al nuevo presidente, Javier Milei, quien lo más suave que ha dicho de AMLO es que es un ignorante.
En Ecuador, esta semana AMLO causó la crisis diplomática que derivó en la entrada forzada de la policía para sacar al ex presidente Jorge Glas, acusado de corrupción y narcotráfico, a quien se dio asilo violando acuerdos internacionales.
AMLO también ha atacado gratuitamente a la Unión Europea y a otras naciones, en su afán de siempre estar en conflicto con alguien. Por otro lado, se ha dedicado a hacer amistad con los enemigos de nuestro principal socio comercial, como Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y China, poniendo en riesgo la economía nacional, pues Estados Unidos es quien compra casi el 90 por ciento de las exportaciones mexicanas.
Ha sido contra Estados Unidos donde sólo se porta rijoso en público, pues tanto Donald Trump como Joe Biden lo han hecho ceder a los deseos del país del norte con suma facilidad.
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