Columnas

Cien días, y nada

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión con más de cien días)

Fiel a su estilo, la presidentE copia hasta lo más ridículo de su creador. Eso es, sin duda, las nada espontáneas y sí muy chayoteadas notas y «encuestas» que la ponen como la non plus ultra de todas las presidentEs del mundo, la más lista, la del cutis de bebé, y hasta la más sexy, cuerpo de Coca Cola y corazón de Pepsi.

Tales mentiras promovidas por la Chuchis Ramírez Cuevas, ex efebo de Carlos Monsiváis y chismosa de cabecera del mesías, nos dicen que a la titinA sólo la supera en popularidad el taco al pastor; que es amada, querida y adorada por la chinaca popular, que la ven como la versión hecha en China de Lady Di revuelta con Madame Marie Curie.

Nos cuentan que la distinguen instituciones y entidades como una superchiquitiguau líder del mundo, que es la cuarta mujer más poderosa del mundo, sólo despuesito de la Virgencita de Guadalupe, de Borola Burrón y hasta de la Tesorito.

Hay más ejemplos, pero esos bastan para mostrar el ansia de querer ser los primeros en todo, aunque no lo sean, que tienen el mesías y los miembros de su culto cómico-cleptománico-pentecostal.

Siempre lo he dicho, desde etapas pretéritas y en otros diarios de este hocicón espacio: si tantas ganas tienen de que le den premio, corona y cetro por popularidad, hubieran inscrito al Pejete como reina gay o como la Flor más Bella del Ejido. Lo mismo aplica para su marioneta.

Porque machacar en la popularidad de la nena que no sabe lo que es una crema Nivea ni de entrar a un salón de belleza, a cien días en que ha comprobado que sólo empeoró todo, que no manda y que lo que sí hace es bajo un tufo enorme de autoritarismo, es una necedad grande como los desastres financieros provocados por el régimen.

¿De qué sirve que estén fregando con la mentada popularidad, si acá en la vida real peca de inepta, de torpe e de institucionalmente débil? Peor aún: los gobernadores de la secta hacen sus mediciones comparándose con la gerentE de la Presidencia de lo que queda de la República.

Antes de compararse, debería recordar que a la toma de protesta como sustituta del home office macuspano vinieron apenas 16 representantes -ningún presidente de peso o importante- de casi 200 posibles, cuando con otros presidentes vinieron presidentes y dignatarios de naciones de peso. Y que a la mujer que acabó la guerra de Vietnam, que ganó un Nobel y que le hizo cosquillitas en la panza a un perrito, no la han invitado a la toma de posesión del nazi naranja de EU en menos de dos semanas.

Han sido cien días que han estado regados, desde el principio, en sangre de ejecutados por los narcos, que siguen aún más envalentonados e impunes que en el sexenio previo, mientras la economía, el prestigio internacional, los empleos y la vida democrática del país valieron chetos porque la secta obedeció al pie de la letra los caprichos a cumplirle al mesías macuspano.

Como su patrón, la presidentE niega sus fracasos y los de su creador, como la práctica quiebra de la ocurrencia que fue poner en marcha la deficiente y de por sí arruinada Mexicana de Aviación, que la gerentA dice que no es cierta y que habrá Macuspana de Aviación por mucho rato. Que nos explique cómo, porque las diez rutas que le quedaron la aerolínea debe cubrirlas con sólo dos aviones dos.

Ya es necio repetir todos los fracasos del que ciertos mononeuronales consideran el mejor presidente que ha tenido México, continuados por su títerE, quien encima tiene el descaro de querer celebrar sus primeros cien días aparentando que gobierna.

No hay nada que celebrar. A menos, claro, que la revolución a la inversa te hiciera justicia con un jugoso hueso en el corrupto desgobierno pejista, puestos desde donde sí se ve como maravillosa la detonación de la democracia nacional.

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