Derivado de la pandemia de COVID-19, los niños y adolescentes se han visto expuestos a diversos tipos de violencia, abusos y explotación.
De acuerdo a datos de UNICEF, en nuestro país los niveles de violencias ejercidas en casa y que viven niñas, niños y adolescentes se ven afectadas por el estrés, el desempleo, el distanciamiento social y la inseguridad económica, en particular en lo que hace a las niñas y mujeres.
El organismo añade que 1 de cada 3 hogares con niñas y niños experimentó inseguridad alimentaria moderada o severa, y, se sabe que 6 de cada 10 personas de entre 1 y 14 años han experimentado alguna medida de disciplina violenta en sus hogares, situación agravada por el confinamiento.
Además de que se incrementó el uso de internet lo que derivó en un considerable aumento del ciberacoso.
En este sentido, hacer frente a los impactos que esta pandemia ha tenido respecto de las violencias ejercidas, sobre todo en niños y adolescentes, requiere de la suma de esfuerzos de todos los sectores, de ahí que la CEDH en Michoacán se pronuncie porque en el Estado se diseñe y aplique una política integral que garantice una vida libre de violencia a la infancia y adolescencia michoacanas.
Tan solo en 2022, la CEDH registró16 quejas por violencia escolar.
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