«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que no quiere maximatos)
Vámonos rapidito: la terna de ineptas fanáticas que propuso el inútil mayor para suplir a Arturo Zaldívar en la Suprema Tremenda Corte de Justicia busca poner a una incapaz que a todo le diga que sí tanto a él como a lo que diga a través de la títere reseca, pero de manera más descarada que con Zaldívar, la no ministra plagiaria Yasmín Esquivel y la ojos de rata Loretta Ortiz.
Ninguna de las tres fondongas propuestas reúne ni el salario mínimo de requisitos para el puesto. La hermana de la mocosa taruga e incapaz de Gobernación fue sugerida como sustituto de Lorenzo Córdova en el INE, instituto al que quería entrar para destruirlo desde adentro, tal como hace la corrupta pejes’s dog Guadalupe Taddei. Fuera de eso, en la existencia de esta ñora sólo ha comido crecido, no sé si ha reproducido, consume oxígeno y comida y no sirve para nada más.
La segunda es hermana del orangután que desgobierna la capital de lo que queda de la República, una tal Lenia Batres (si le hubieran puesto Tenia hubiera estado mejor, en su condición de parásito que es). Entre lo que se sabe de la nena es que se agandalló una propiedad a lo chino en la CDMX, en la que hacía escándalos y había consumo de drogas, y cuando era denunciada por los vecinos y se presentaban los cherifes para aprehenderla al estilo americano, la vieja amenazaba con… cortarles la cabeza. Fina la ñora.
La tercera es una fulana que de no haber nacido habría sido personaje incidental de las historietas de «La Familia Burrón». La tal María Estela Ríos es la directora, so to say, de la Consejería Jurídica del peje, lo que significa que esta prepotente y horrorosa mujer ayuda al mesías a pasarse la ley por entre Juanito y Juanín, además de aplaudirle cuando lo ve como naca a Valentín Elizalde. No hay más que mencionar.
Ese trío de Ángeles de Andy es lo que propone el Iluminado para que una de ellas sea otro troyano dentro de la Suprema Tremenda Corte. No tienen méritos, no tienen preparación, no tienen carrera, son ineptas e ignorantes, pero tienen lo mero principal: besan gustosas la vacía entrepierna de su diosecito corrupto cuando el nene se los exige.
El objetivo ulterior -palabra que pongo nomás para que aquel prosimio chairo que lea mis textos se quede con cara de mesías- de todo esto es la eternización del ignorante tabasqueño en el poder y, con ello, en la cubanización (o nicaragüización) de México.
Dice el escritor e investigador Macario Schettino que las obras de destrucción del enano de Palacio Nacional ya hicieron retroceder a México 50 años; opino que nos hizo ya ir para atrás casi un siglo, hasta 1928, cuando terminó el periodo legal de Plutarco Elías Calles y empezó a imponer presidentitos peleles, como Pascual Ortiz Rubio y posteriores, mientras el mandón era el sanguinario sonorense.
El matiz viene cuando vemos que el fanático rojillo y antirreligioso Plutarco Elías Calles no estuvo aliado, arrodillado ni a las órdenes de los narcos, como ahora sí es el caso.
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