«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión ratificada, no como Ernestina)
La versión de la vida real de Roz, la jefa gruñona de los personajes de «Monsters, Inc.», conocida entre la secta oficialista como Ernestina Titina Godoy, ya vio que se le acabó el veinte y no será más fiscal carnala de Claudia Sheinbaum y el mesías, porque hoy, por segunda y definitiva ocasión, no juntó los votos necesarios de los dipus capitalinos y su tiempo de torcer la justicia terminó.
Ay, pobrecita. Y ella que ya se veía continuando su labor de invención de pruebas, espionaje a todo el que le ordenaran y desprecio a los casos de asesinatos de mujeres.
Lo ideal sería que se le enjuiciara y castigara por su muy corrupta y parcial administración, pero ya saben: estamos en los tiempos en que ser delincuente probado se premia con algún otro puesto en la maraña de huesos que reparte el Iluminado para comprar idiotas útiles, así que no duden que Ernestina Titina aterrice en alguna otra jugo$a pista del erario.
Por otro lado, la no ratificación de esta ñora también le pega a Lady Calca Sheinbaum, que ya no va a tener a una de sus fabricantes de casos más avezadas. También la va a extrañar la no ministra de la Suprema Tremenda Corte, Yasmín Esquivel. Recuerden que Roz Godoy salió a defender y a «probar», sin tener vela en el entierro, que la no-licenciada-no-ministra-no-doctora era completamente inocente de plagio, que la UNAM confirmó casi del cien por ciento de la tesis que presentó a nivel licenciatura (la de doctorado en la Universidad Anáhuac también).
Ya veremos este martes con cuál de sus simpáticos chillidos nos va a salir el mesías. Voy al del bloque conservador que todo le bloquea.
EL CASO DEL SEÑOR VESTIDO DE MUJER
El tolerante ídolo de la perrada que deja ver que eso de incluir a trasvestis -ahora conocidos como «mujeres» trans- en el narcopartido era mera pose de campaña, pues mientras más lejos estén de él, mucho mejor.
Un tal Salma Luévano, trasvesti que se dice funcionario, saludo de beso al mesías en una gira del fin de semana, pero en cuanto éste se dio color de que no era niña de a devis de inmediato de hizo para atrás y no hallaba la manera de soltarse de este fulano que es ejemplo de tolerancia al bloquear a quien se le ocurre en Twitter -mi caso-.
Este lunes, cuestionado por su actitud, el mesías, una de cuyas virtudes no es la valentía, le echó la culpa de su clara aversión al trasvesti a ¡Joaquín López-Dóriga!, mientras adornó sus declaraciones de su incidente con el que describió como «señor vestido de mujer».
Supongo que le ha de pasar lo mismo con el autoproclamado «perra del Peje», «María» Demente García, y con el hijo prematuro de una cotorra australiana, Edy Smol, quienes también son señores vestidos de mujeres. No veo a los defensores de la revoltura de géneros e identidades ponerse a echar los gritos destemplados que profieren cuando alguien más les recuerda lo que son por nacimiento.
LAS AVENTURAS DE NACARANDA
La Nacaranda del Bienestar, Lenia Batres, llegó a la Suprema Corte, y lo primer que dijo al abrir su finísima boquita fue sólo para tirarle calabaza a su nuevo centro de trabajo, trabajo que consiguió por dedazo y sin tener ni medio gramo de méritos, trayectoria y preparación.
Se echó, pero por supuesto, los mismos choros que le oye diario a su ídolo, y sólo porque no no hay manera de correrla -de momento- no le callaron el hocico los ministros que sí estudiaron; ya llegará el momento en que estén en sesión y entonces la dejarán como lazo de cochino cuando muestre su ignorante fanatismo.
Mientras, ya que terminó la bienvenida oficial tuvieron que echar varios litros de Pinol en la Suprema Corte, porque Tenia -su verdadero nombre de parásito- dejó todo oliendo a garnacha.
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