Acapulco: la miniaturización de la tragedita del huracancito más chiquito del mundo
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que no se hace chiquita)
Un huracancito chiquitito así. Que dejó dañito chiquitito así. Poquito muertito chiquitito así. Saqueos de a poquito chiquitito así. Auxilio chiquito chiquitito así.
Para salvar la imagen de inutilidad que desde el líder de la secta hasta el sicario más ratero a las órdenes de los cárteles que sostienen a Morena en Guerrero han mostrado, todo lo sucedido allá han querido proyectarlo en la pantalla chiquitolina de la realidad alterna de las vomitivas ceremonias de las mentiras de las 7 am.
Para gran suerte de los acapulqueños, y según las cifras oficiales, chiquititas chiquititas, «sólo» van menos de 50 muertos. ¡Uf, esa es suerte, no payasadas! Hay que instalar un local de venta de boletos de lotería en medio de los sepelios de los cientos de muertos que en realidad hay en todas las colonias del puerto; en una de esas, hasta un difunto se gana el premio mayor, para coronar la gran fortuna de morir por la negligencia criminal de AMLO y su plétora de inútiles, que nunca avisaron de la peligrosidad de «Otis».
La recuperación será también chiquita, pues en corto van a volver a dejar todo como estaba, pues según el Gran Corruptor (Luz Elena Chávez dixit), de aquí a Navidad todo estará chido y funcionando. En cambio, en la dimensión paralela en la que corre la realidad nacional, en al menos dos años, y eso con suerte, se espera que Acapulco medio se reponga de la desgracia y se vea algo de recuperación. De aquí a entonces, a ver de qué van a vivir los acapulqueños y las comunidades circundantes, al no haber hoteles ni servicios para el turismo, del que dependían casi al cien por ciento para vivir.
La superficie arrasada es también chiquitita, pues de 47 municipios afectados lo redujeron a 2, para tener menos gente a la qué desatender e ignorar, pues eso de gobernar mexicanos es agotador, y sólo valen la pena cuando deben votar por la continuación de la destrucción de las instituciones del país, previa embarrada de una torta, un frutsi, una gorra y un volante donde dice que el mesías es milagroso.
Este lunes, también los oídos del mesías se hicieron chiquitos y de plano le prohibió el paso a la marcha que desde Acapulco fue a México a exigir que ayude a la población. Mientras eso pasaba, el que cuida la investidura estaba embelezado con la firma de un fulano que dice jugar béisbol -dizque deporte que no me interesaba y que ahora detesto-, a quien sí se dignó a recibir, contrario a lo que ha hecho con partidos de oposición, madres buscadoras, mujeres, líderes sociales y población que está en desacuerdo con sus pendejadas.
También se hicieron chiquitas la Guayaba y la Tostada guerrerenses que deberían haber estado en primera fila para resolver las muchas carencias acapulqueñas. Ya sabemos que la Guayaba, que tiene en su currículum como logro haber completado un curso de Excel, alias la hija del violador Féliz Salgado Macedonio, una tal Evelyn, es más inútil que las excrecencias de perico, y se ha dedicado a demostrarlo con furor digno de mejor causa. La Tostada (por el monumental tamaño del trasero que presume), una tal Avelina López, dice tener maestría en leyes y no puede ya no digamos decir, si no pensar una sola frase sin faltas de ortografía. Su dicción y su desempeño son iguales.
La dominación del crimen organizados es lo único en este caso que no es chiquito, porque, ahora se sabe, los saqueos que se vieron en los primeros días, no fueron espontáneos sino orquestados ni más ni menos que por los patrones del mesías, los narcos que se pelean el dominio del puerto, en el que ya de por sí hacían lo que querían. Los criminales sólo pintan para empeorar la situación, pues si antes cobraban piso a todos, cuando había economía boyante, se espera que ahora se porten perros contra todo mundo que intente producir algo para vivir al no haber ya hoteles y restaurantes en los que los porteños puedan laborar para ganarse la vida.
Ah, pero lo que urge es que Acapulco no afecte la imagen del pobrecito presidentititititito chiquitito que chilla porque le mientan la madre los afectados que no ven ayuda que no llega por ningún lado de los desgobiernos morenarcos mientras pasan sed, hambre, se cuidan de los delincuentes y viven entre basura y cadáveres que se descomponen. Esa bola de malagradecidos ya deberían saber que al lidercito se le deben besar las manos y componerle loas y cantares épicos que ensalcen su inutilidad e ineptitud de manera chida, como lo hace el bufón de Palacio Nacional conocido como lord molécula.
De acuerdo a la secta, hay que comprender que el presidentitito chiquitito que sólo trabaja un ratito es la mañana es nomás un mesías que sufre mucho, mucho. por el bienestar de SUS mexicanos. Los demás, que se rasquen por sus uñas.
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