Algunos vienen en familia, otros solos y unos más vienen llegando a pie o como pueden.
La edad, el frío, el horario o incluso el cansancio no importan mientras puedan ver en unas cuantas horas al máximo representante de la iglesia católica pasar frente a sus ojos.
La visita del Papa Francisco se anunció hace semanas en Apatzingán y después se confirmó en Morelia, hoy es una realidad que entusiasma a todos y que al paso de las horas los hace más felices pues cada vez falta menos.
La madrugada en Morelia golpea a 11 grados centígrados, el frío es igual para las miles de personas que abarrotan la periferia de Morelia, la avenida Acueducto, la avenida Madero y el resto de los 17 kilometros que recorrerá el Papa en esta capital michoacana, la alegría, la fe y las ganas son el único calor.
No son sólo michoacanos, el Papa Francisco mueve la fe de personas de todo el mundo, que han pasado toda la noche, han dormido en la calle y se han acomodado como han podido.
El Papa Francisco ya viene y sus seguidores aquí lo están esperando.
