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A aprobar, a aprobar, el sexenio se va a acabar

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión cortita para que la grilla de sábado sea de volada)

No sólo las afores se quiere robar la secta, aunque ese haya sido el tema que dominó la semana entre el encabronamiento de quienes sí les interesa su patrimonio y esta especie de país en el que nacieron.

Resulta ser que el mesías quiere que sus pendejadas (nombre científico de sus obras rateras) no puedan ser revertidas por nadie, así que pretende quitarle los colmillos al Poder Judicial quitando la posibilidad de ampararse ante los abusos de las autoridades.

El mesías que se siente hecho a mano por Zeus piensa que la bazofia que le deja al país -la secta morenarca, la polarización, un narco que parece ahora imposible de controlar gracias a su alianza con ellos, la economía prendida con alfileres, el megaendeudamiento, la resequedad de las cuentas nacionales, los miles de muertos POR SU CULPA entre crisis de medicina, falta de tratamientos, de vacunas y por la pandemia, entre un largo etcétera- son dignas de permanecer por los siglos de los siglos, amén.

Por los siglos de los siglos pervirián los daños que causó el macuspano acomplejado e ignorante, así como también el apodo ganado a pulso en las benditas redes sociales, narcopresidente. Bueno, pero ya nos distrajimos; volvamos a donde estábamos, que es el robo de varias cosas más aparte de las Afores.

Resulta ser que también quiere su divino dedito tener la facultad metapresidencial de perdonar los delitos de quien él se le antoje. ¿Y como para qué?, nos preguntamos en este lado divertido de la isla. Hay dos sopas: la idea estaría dedicada al amiguis transa de sus hijos, el tal Amilcar Olán, quien a cambio de hacerla de chivo expiatorio por un ratito -mientras le respetan dinero y propiedades malhabidos- como ejemplo de que se combate la corrupción en este sexenio -jajajajajaja-, sería luego exonerado por el padre de sus chinches hijos, y todos en santa paz.

La otra es que lo usaría para perdonar narcos (ya ven qué bonito se lleva con ellos), aunque aquí cabría preguntarse a quienes perdonaría, pues el haragán de Palacio no ha detenido a ningún capo importante, fuera de Ovidio Guzmán, y eso porque Estados Unidos de plano lo obligó a hacerlo.

Otro robo más: quieren que se mantenga la payasada que es la prisión preventiva oficiosa basada en una denuncia sin pruebas que puede mandar a la cárcel a quien sea sin que haya juicio. Eso va con dedicatoria a opositores y medios de comunicación, cuyas libertades quiere acabar de cuajo porque resultan muy estorbosas en el paraíso cubanochavista que quiere el mesías.

Otra más: el INE canceló a miles de mexicanos en el extranjero -que son mayormente opositores al mesías-, la posibilidad de emitir su voto desde afuera de Mexiquito. Así nomás, por los redondos ovarios de la morenarca corrupta Guadalupe Taddei. Y, por otro lado, quiere el mesías que los presos sí voten, e incluso la posibilidad de amnistiarlos para que salgan a seguir haciendo daño, pero ahora a nombre del que los dejaría votar. Quitar derechos a los buenos ciudadanos para otorgárselos a la basura de la sociedad, porque con esos sí se lleva de piquete de ombligo.

Como ven, se despacharon con la cuchara grande a la hora de los postreros ataques a la democracia mexicana ya en la recta final de este hediondo sexenio, que se eterniza así como pretende el Naasón Joaquín de la morenarcada.

Nomás de rápido: la Seño X cada vez se coloca mejor y es del gusto de los mexicanos que estamos hartos del Peje y de su candicalca, quien sólo repite las mismas tonterías ya gastadísimas a fuerza de tres sexenios de estarlas diciendo.

Si en serio fueran ganando, no habría tanta urgencia por destruir lo poco que queda en pie de la vida institucional mexicana.

Eso sí: contamos con que la Ministra Norma Piña & Co. le pongan un estate quieto a todos estos abusos.

 

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