«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión estudiada, léida y escrébida)
Es oficial: ya estamos en manos de una dictadura instalada por un tabasqueño ignorante acomplejado, asesino, narco, tiploso y corruptísimo. Y toda su secta es su viva imagen: codiciosos, rateros, hocicones, farolones y, especialmente, con asco a obedecer leyes y mandatos si no son sus leyes y mandatos.
Y sus legislaciones son únicamente permisos para robar como carrancistas, regalar el país al narco a cambio de poder; corromper al Ejército al grado de hacerlos las nanas protectoras del narco; y robar elecciones, para las que ya no tendrían que pagar a idiotas y muertos de hambre para que voten, porque el Tribunal Electoral y el INE ya están infectados del cáncer pejista.
Lo vimos esta semana en la sesión en la que el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón presentó con pelos y señales todas los testimonios del fraude que fue la elección judicial, incluidos los acordeones mandados a hacer por el gobierno para distribuir entre los muy pocos que votaron en semejante burrada. El magistrado demostró cómo, con los acordeones, todos los que aparecieron allí ganaron, justamente los que quería el régimen ignorante que ganaran.
¿Qué hizo la versión live action con peluca de «Gru, mi villano favorito», alias Mónica Soto, presidenta vergonzante del TEPJF? Negar que tales acordeones se hubieran usado siquiera -la versión de Morena es que no existieron, sin embargo, ahí estaban- y que no había pez con la elección porque el pueblo bueno y sabio había elegido por puritita casualidad a los magistrados que quería el mesías. ¿Ya se acabaron las pruebas por ignorar? Muy bien: vamos a comernos una torta de chorihuevo aquí enfrentito, y todos a otra cosa.
Todos los morenarcos se relamen los bigotes pensando qué chido va a ser tener el Poder Judicial que siempre soñaron cumpliéndoles caprichitos y sentencias a modo, todo con papas y refresco grandes. Lo admitió así la despreciable no primera dama, sí Zopilota, Teatriz Gutiérrez Müller, a quien se le cayó el plan de hacerse española y llevarse a su tripón y vicioso hijo a Madrid: que nomás que el indito Huguín Aguilar llegue a poner sus mestizadas nalguitas en la enorme silla que le dejó Norma Piña, van a irle con la lista de nombres a quien deba chingar por consigna, perdón, por justicia de la nueva era de la Suprema Corte de ignorantes e improvisados, en la que Lenia Batres y sus tres neuronas se van a sentir, ahora sí, muy a gusto entre puro iletrado sin carrera que llegó por dedazo.
Siguiendo las injusticias e imposiciones de la secta, nomás porque así se le ocurrió a sus fosilizados ovarios, la resecA autoritaria impuso aun tal Genaro Lozano como embajador de México en Italia. No habría problema con este gay de que asumiera el puesto, si tan sólo no le diera con sacar, presumir y victimizarse por sus preferencias sexuales eso en cada ocasión que puede; si no fuera porque la nenis se toma fotos homoeróticas y las da a conocer, como conocida es la razón por la que le dieron el hueso: por ser un pseudoperiodista lambiscón a grados infamantes con el régimen, porque no tiene ni cinco minutos de experiencia diplomática.
En más asuntos que sacan ronchas de las gordas y cachetonas, la mocosita que dice dirigir Morena (como a Sheinbaum de presidente, nadie le hace caso) salió con la broma dominguera de la semana: poco más o menos, la casi cíclope salió con que «donde gobierna (¿?) Morena no hay baches, ni problemas de drenaje ni alumbrado público…» Si no la controlas, no la fumes, Güicha. Basta darse una vuelta por la ex noble y leal Ciudad de México para encontrar que sobran baches, sobran inundaciones, falta alumbrado y los delincuentes de todas clases están felices. Y así en cada lugar que pudre Morena en México.
Mientras la dictadura ignorante de la secta ya acomodó su hediondo trasero encima de la República, el hoción Trump va en cámara lenta con sus planes contra los narcos mexicanos. Los asesinos ya se reabastecieron de armas en espera de una ofensiva, y cada minuto que pasa el Peje llena de más lana a la dictadura cubana para poder huir de sus crímenes en México en la isla generadora del cáncer «comunista» que necrosa las democracias latinoamericanas.
Tan no está haciendo nada el bocón Trump ni el que estaba muy barvito, su secretario de estado, Marco Rubio, contra los narcos, que estos siguen yendo a sus lugares en el Senado o donde lo tengan, pese a que les comprobaron los narco nexos. En vez de cárcel, la encargadA de despacho en Palacio los defiende de las acusaciones. No mandado a hacer el paraíso de la impunidad.
Y mientras, la Cheinbaum sigue defendiendo a los cárteles de que los toque la ley o siquiera les digan lo que son en realidad: terroristas.
Ya harta estar esperando que el montón de capos mexicanos en poder de EU revelen algo que hunda definitivamente a AMLO, a Morena y a toda su red de corrupción. Cansa que, en este México por el que yo no voté, siempre ganen los malos.
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