Inaugúrame, que ya produciré
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que ya va como por su vigésimo reestreno)
Por tercera vez en lo que va de este decadente y declinante sexenio, el Huey Tlatoani de similares que controla este país de dejados «inauguró» su inútil y anacrónica refinería en el pantano de Dos Bocas.
Lejos está uno de sonreír y celebrar por esto. Ya se imaginarán ustedes que inaugurarla tantas veces acerca a la refinería a lo que sucede en los burdeles, donde se reinauguran vírgenes para los clientes todos los días.
Porque a la virgencita Dos Bocas nos la han cobrado como nueva ya demasiadas veces. El inepto tabasqueño que dice dirigir Pemex, Octavio Oropeza, ya reconoció que el armatoste oficialmente ya costó el doble de lo que las alegres cuentas del mesías habían proyectado: 16 mil millones de dólares. Eso, como alguna vez dijo el dramaturgo virreinal nacido en Taxco, Juan Ruiz de Alarcón, es un chingo de dinero tirado a la basura.
Porque, además, nuestra virgencita petrolera está lejos, muy lejos de ser funcional y producir algo más que comaladas de políticos con fortunas muy explicables. Le faltan gasoductos, oleoductos, mil detalles y factores técnicos para que refine siquiera la gasolina necesaria para prender el carbón de una carnita asada.
¿Que ya produce gasolina? Recuerden que lo dijo el que es oficialmente el presidente más hocicón y mentiroso de la historia nacional. Por tanto, no es cierto. Y se prueba: tienen meses llevando gasolina vía lo que sea (barco, trailer, botes de leche, lo que se pueda) desde Tampico y desde otros puntos para llenar los tanques y crear el escenario Potemkin de que el mastodonte blanco ya produce combustibles y se construyó en tiempo récord.
Ni lo uno ni lo otro. De hecho, la megababosada 2 (las megababosadas 1 y 3 son el CHAIFA y el Tren Falla; cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es la madre de todas las megababosadas) requerirá de otros simpáticos 8 mil millones de dólares, según cálculos, para poder concluirla, quien sabe cuándo y quien sabe si con todavía mayores sobrecostos.
Algo es seguro: que si acaso funciona algún día, para esos años ya será completamente obsoleta ante la generación de energías limpias. Negociazos para la familia pejista, no para el país.
Como el Tren Falla, al que los turistas prefieren darle la vuelta y no usarlo. Si acaso, 30 turistas llegan a Tulum vía el tren ecocida, según datos recopilados por la revista «Proceso».
O como el CHAIFA, que nadie usa ni en temporada alta, porque es lejano, incómodo e inaccesible.
Qué caro le salieron a México los traumas del macuspano.
BARTLETT BIENES RAÍCES, SA
Empezando por el ex chofer de Tsuru ahora metido a multimillonario, Nicolás Mollinedo; siguiendo los amiguis de los hijos de su ‘nche padre, y pasando por AMLO mismo, todos ellos tienen en común que hicieron especulación inmobiliaria con los terrenos aledaños al paso de las vías del Tren Falla.
Por ejemplo: «La Chingada», el rancho del que es hijo el mesías, está situado en las cercanías de lo que se espera sea algún día la estación de tren Palenque del ferrocarril más lento del mundo.
Como ya se sabe, la momia poblana Manuel Bartlett tiene debilidad por comprar casas como si fueran muñecas inflables, y se hizo de cuantioso catálogo de propiedades en terrenos cercanos al Tren Falla, que le han generado pingües ganancias.
Así lo denunció «Proceso» en su edición más reciente. Y, para variar, el mesías del delincuente lo defendió de los «ataques» de la «prensa tendenciosa». El vejete ya cansa con su repetición ad nauseam de los mismos rollos, y es tan predecible en su defensa de los corruptos, que eso ya se da por hecho.
Bartlett podrá seguir arruinando al país desde la CFE y juntando casas para su colección, pues su amiguis lo cubre con su ala de impunidad.
Y aquí no ha pasado nada.
CARNITAS MICHOACANAS
Donde sí pasa es en estas tierras purépechas, pues en Zitácuaro los delincuentes promovieron los juegos de memoria dejando seis cuerpos desarmados en la calle.
Un poquitito de escándalo, autoridades que dicen que sí hay muertos, pero nomás poquitos que están tantito muertos; balaceras y ejecutados en las zonas en disputa por las bandas, y la población con el Jesús en la boca. Pasan menos de dos días y a otra cosa.
Y así se olvida otra masacre en México. Que venga la que siga para repetir el ciclo.
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