Columnas

Traiciones con mayonesa

«La Grilla en Rosa» de Fabio  (versión sin traiciones)

La vehemencia con la que los inútiles mesías y su gata sin angora Rosa Icela Rodríguez insistieron en que nada tuvieron qué ver en la detención del capo más elusivo en la historia de los capos elusivos estableció dos cosas: que le urgía al empleado del mes del Cártel de Sinaloa dejarle claro a sus patrones que no fue falla suya -nunca lo es, en nada, ya saben- y que no les tienen nada de confianza desde Estados Unidos.

Miren que ese que presume levantarse con horario de lechero de los que bautizaban los bidones para tener diarias reuniones con otra bola de inútiles para según ellos hablar de la seguridad -del narco- en el país, no supiese que se habían llevado a uno de sus patrones derechito a Estados Unidos, vía mensajería aérea y sin tener que esperar a ver a qué horas se hubiese dignado el mesías a extraditarlo, y que se enterara seis horas seis después, deja ver cuánto quieren y confían en el mejor presidente de los cárteles.

De a poco nos van sopeando la verdad en la caída del «Mayo» Zambada, y resultó ser un inside job de parte del hijo tocayo del socio del «Mayo», el «Chapo» Jr. Según The New York Times, en la DEA le invirtieron tres años a convencer al chapito de ponerles al «Mayo» en las manos, vaya a saber Santa Apapucia a cambio de qué, pues con todo y la coperacha traicionera, no se van a tentar el corazón a la hora de castigar al nene del capo por andar en el simpático cuan redituable negocio de envenenar gringos, mexicanos y a todo el mundo con sus drogas.

Si el mesías cree que eso lo exime de responsabilidades en la detención, está pero si bien operado del cerebro, pues por los millones de dólares y votos que le dieron para que llegara al poder y lo retuviera ilegalmente con su maximato con la Sheinbaum, lo menos que le piden los delincuentes es que les eche aguas para que no les caigan los cherifes y los aprehendan al estilo americano. A ver cómo se la cobran, que júrenlo lo van a hacer.

Por el otro cachete, Zambada y sus huestes y los hijos de su socio estaban ya enfrentados violentamente. ¿Qué creen que va a pasar ahora que se sabe que uno de los chapitos ya los dejó sin capo a quien obedecer? Claro: va a haber mucha, variada, espantosa y sangrienta violencia para cobrarse la afrenta del chapito al decano de los delincuentes organizados.

Espero que no, pero empezarían por los nombres que el mesías cobarde y la Rosa Icela revelaron de manera ilegal en su circo, cuando quisieron repartir culpas y de paso exhibir a quienes le regaron el tepache al Iluminado.

Sólo me queda por agregar: ¿en qué tono creen que vaya a cantar el «Mayo» Zambada sus narco aventuras, que abarcan 50 décadas de historia nacional con los tratos de todos los presidentes incluidos? Por la traición que le hicieron, voy a que va a alcanzar notas como de Lola Beltrán.

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