En medio de un tenso enfrentamiento entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el medio Latinus, las tensiones han alcanzado un nuevo punto álgido con acusaciones de uso indebido del aparato estatal para intimidar a la prensa crítica. La controversia se desató luego de que AMLO confirmara durante su conferencia de prensa matutina del pasado lunes que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), bajo la dirección de Pablo Gómez Álvarez, estaba investigando a Latinus, así como a los periodistas Carlos Loret de Mola y Víctor Trujillo, junto con la esposa de Loret, Berenice Coronado.
La situación no tardó en escalarse cuando Latinus emitió una enérgica respuesta a través de sus redes sociales, acusando directamente al presidente de intentar silenciar voces críticas bajo la fachada de “movimientos extraños” en sus cuentas financieras personales.
El comunicado de Latinus subrayó un patrón sistemático de ataques contra la libertad de prensa, denunciando que AMLO ha intentado vincular al medio con proyectos políticos y personajes en un esfuerzo por amedrentar y silenciar. “Le decimos claro: no nos callará”, afirmó Latinus, comprometiéndose a seguir cumpliendo con su labor periodística de manera rigurosa y ética, pese a los intentos por parte del gobierno de limitar su capacidad de informar y criticar.
“En Latinus seguiremos denunciando y ejerciendo el periodismo que tanto le incomoda”, enfatizó el medio, respaldando firmemente a sus colaboradores bajo ataque y reafirmando su compromiso con el derecho a la libre expresión y a informar con veracidad a la sociedad mexicana.
Carlos Loret de Mola, uno de los periodistas señalados, también compartió el comunicado de Latinus, calificando el trato recibido por parte del presidente como “acobardado acoso”. En su mensaje, Loret de Mola respaldó la posición del medio frente a lo que perciben como un intento por parte de AMLO de socavar la libertad de prensa en México.