«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que no tiene Cámara de los Secretos)
Este jueves, el bebé geriátrico quiso demostrar que es bien fiera cuando se violar y burlar leyes y ordenamientos se trata. Mientras que la Suprema Tremenda Corte se aventó un gol de taquito de portería a portería eliminando el decreto que decía que la información de las inútiles obras de ocurrencia de su Pejestad es digna de secrecía total por ser «de seguridad nacional», Baby Berrinchitos respondió publicando… otro decreto igual poco después.
Tal decreto muy seguramente va a correr la misma suerte del anterior, pues si no es el INAI pueden ser los dipus y senadores quienes lo impugnen, además de que si no sé mal, no puede publicarse una ley que haga o diga lo mismo que una previamente cancelada o derogada.
Este viernes, dijo que el decreto secreto es es para ‘proteger’ sus carísimas ocurrencias de amparos porque, según él, «insensatos, irresponsables, corruptos y antipatriotas pueden pararlas».
Salvo la mejor opinión de ustedes, es una de las «justificaciones» más idiotas que se le han escuchado al Iluminado. ¿Por qué tanta insistencia en mantener todo secreto e inauditable? ¿Qué diablos tiene qué esconder, si a simple vista es conocido que sus obras violan todos los reglamentos, que se hicieron sin planeación, al aventón, que han sobrepasado cualquier estimación de presupuesto por varias veces la cantidad original? ¿Que han sido pretexto de jugosos negocios para sus familiares y amigos? ¿De qué tamaño es la porquería de corrupción honesta y valiente de sus obras cumbre, que lucha con todo para que se tape?
Además, lo mejor de lo peorcito que podría pasarle al país es cancelar sus ocurrencias, que han secado todos los presupuestos, y cobrarle al mesías vengativo y llorón el costo que ha causado a la Patria.
Podrá tener casi 70 años, pero un bebito berrinchudo vive dentro de ese arrugado y bocón disfraz.
ASÍ NO SE PUEDE, MINISTRA PIÑA
Con la marejada de morenarcos encima por atreverse a hacer su trabajo en una época en que lo in es obedecer ciegamente a Baby Berrinchitos, la Ministra Presidenta de la Suprema Tremenda Corte de Justicia de lo que queda de la Nación, Norma Piña, cometió una pifia que es alimento puro para la secta fanática que busca agredirla y sacarla del puesto por las malas y por las peores.
La Ministra metió el huarache hasta el fondo al engancharse con las bravatas del ¿senador? morenarco Alejandro Armenta, quien como bien fanático quedabien le ha dicho de todo a Piña por echarle atrás el Plan B al dictadorcito.
Para responder, la Ministra tuvo la pésima idea de hacerlo personalmente por WhatsApp, en vez de usar los cauces institucionales que tiene a la mano. Armenta el Tarado de eso se agarró para alegar que la Ministra lo «amenazó» (ay, pobrecito, mi montateatros) e hizo un panchazo que de inmediato siguieron todos los corruptos afines al oficialismo.
Más todavía porque, con toda calma, la Ministra reconoció que fue ella quien mandó los mensajes al chillón, corrupto y escandaloso Armenta. ¡Santa Apapucia, quemen a esta hereje que «amenazó» a nuestro pobrecito idiota útil!
No recuerdo antes, en ningún momento de lo que me ha tocado vivir de la vida nacional e incluso en los sexenios en los que no había yo nacido, en que hubiera una ola de simpatía tan grande por los ministros de la SCJN como la que gozan en estos días. Ahora, nuestra Mujer Maravilla de las leyes se puso de pechito para que los potenciales asesinos (a eso van las agresiones que fomenta el mesías) de la secta la hagan su víctima. No es tiempo de errores tan pueriles, Señora Ministra. No justo ahora.
Mientras Armenta amenaza, ese sí, en demandar por sus imaginarias «amenazas» de la Ministra, ésta debe mantener el prudente silencio que había tenido hasta este momento ante la montaña de insultos del mesías y el oficialismo en pleno. Déjelos hablar sus tarugadas, que sigan exhibiéndose, pero no vuelva a darle cuerda a los alienados. No se equivoque otra vez.
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