El ineficiente contra el INE
«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que trabaja mucho más que el Peje)
El domingo, que se supone es cumpleaños del mesías, habrá marchas en todo el país es defensa del INE, que el líder de la secta mascota está necio en acabar pese a que es un logro de la sociedad mexicana para la transición democrática.
Pero el torbellino de actividad que considera que su día laboral de presidente se acabó después del circo de las siete dice que no, que es lo peor de lo peor, el más hojaldra del catecismo, más malo que la Selección Mexicana y más dañino que las garnachas que le dan esa cintura envidiable como de botella de Coca-Cola de tres litros.
Determinado a establecer su maximato, en una versión tropico-trágico-musical de las dictaduras cubanas que tanto adora, ahora resulta que el INE le estorba siendo que fue el órgano independiente y ciudadano que le reconoció los triunfos de él y de la secta por los que ahora goza de las toneladas de dinero que le encanta dilapidar.
Triunfos que, en muchas partes del país, como en Sinaloa y Michoacán, debieron ser anulados por la descarada intervención del narco en favor del partidete del Iluminado, don’t forget.
Pero recordemos que el INE, antes Instituto Federal Electoral (IFE), fue iniciativa de ciudadanos para quitar a los partidos y al gobierno el control de la organización y del resultado de las elecciones. Antes, las votaciones las organizaba (so to say…) el mismo gobierno, y los resultados están a la vista: siempre ganaba el PRI.
Ah, pues en su revival setentero del echeverrismo, Pejecín quiere que sea la misma fregadera: que el gobierno controle las elecciones, pero que ahora gane por siempre jamás el narcopartido que se digna encabezar.
Pero sucede que la ciudadanía, que todavía queda, de este país ya se organizó y se harán marchas de protesta por el embate autoritario del Iluminado haragán, cosa que le cayó el el caracolito del ombligo de su intolerante humanidad, a juzgar por la sarta de insultos que ha dirigido a quienes están en contra de su ideota de acabar con el INE vía su «reforma electoral».
Entre otras muchas estupideces (eso son; sorry, mascotas) que el no presidente de no todos los mexicas ha dirigido a los que protestan se incluyen, dos puntos: rateros, clasistas, racistas e hipócritas (among others), que los prófugos del ácido fólico repiten como si fueran mantras contra los que le tiramos duro y a la choya al Rey del Cash que -no sé si ya lo dije- es un haragán que no trabaja más de cuatro horas al día.
Para eso, dos cosas, mascotirris: vayan y traguen proteínas que ayuden al cerebro -como las del pescado-, a ver si se alivianan y les llega el agua al tinaco (claro, siempre y cuando el chayote del bienestar con el que los han comprado les alcance para eso), y la otra es que adquieran un diccionario para que aprendan que hay muchas más palabras que las que el muy limitado léxico de su ídolo maneja. En una de esas, ya con un poco de cultura encima, hasta dejan la secta.
Para culminar: defendamos al INE porque, si ese bastión cae, desde ya mismo le podemos ofrecer su coctel de bienvenida a una dictadura.
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