ColumnasPrincipal

«2026: La Transformación Educativa Urgente» por: Horacio Erik Avilés Martínez

* Segunda parte: Propuestas para la Transformación Educativa.

2026: La Transformación Educativa Urgente

Horacio Erik Avilés Martínez*

Segunda parte: Propuestas para la Transformación Educativa.

Frente a esta crisis múltiple y profunda, se requieren intervenciones igualmente profundas y sistémicas. Las siguientes propuestas son intervenciones viables, costeables y efectivas si se implementan con seriedad, continuidad y voluntad política genuina.

Sistema Estatal de Seguridad Escolar y Protección Integral

La primera y más urgente prioridad debe ser garantizar que ningún estudiante michoacano pierda un día de clases ni su vida por violencia. Esto requiere la creación de un Observatorio Estatal de Seguridad Escolar, una instancia interinstitucional que involucre a la Secretaría de Educación del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, la Fiscalía y organizaciones de la sociedad civil, con el mandato de monitorear en tiempo real las incidencias de violencia que afecten a las comunidades escolares.

Este observatorio debe estar acompañado de un sistema de alerta temprana que establezca protocolos de comunicación inmediata entre autoridades de seguridad y educativas para prevenir cierres de escuelas y garantizar traslados seguros de estudiantes y docentes. Adicionalmente, se requiere un programa de acompañamiento psicosocial con psicólogos y trabajadores sociales en todas las regiones para atender el trauma y dar seguimiento a estudiantes y docentes afectados por violencia.

Los docentes que trabajan en zonas de alto riesgo merecen condiciones laborales diferenciadas, incluyendo bonos adicionales, apoyos para vivienda y seguros de vida ampliados que reconozcan el contexto adverso en el que ejercen su labor. Finalmente, debe invertirse en infraestructura de seguridad: cercado perimetral, sistemas de comunicación de emergencia y mejora de accesos en escuelas ubicadas en zonas vulnerables.

Pacto por el Calendario Escolar Completo

El segundo gran desafío es garantizar al menos 180 días efectivos de clase para todos los estudiantes michoacanos. Esto no se logrará con confrontación ni con represión, sino con diálogo institucional genuino y atención a las causas estructurales que motivan los paros magisteriales.

Se propone establecer una Mesa Permanente de Diálogo Educativo, un espacio institucional donde autoridades educativas, representaciones magisteriales, sociedad civil y representantes estudiantiles revisen mensualmente el cumplimiento del calendario escolar y acuerden estrategias para resolver conflictos sin suspender clases. Esta mesa debe estar acompañada de un plan multianual para atender integralmente las demandas magisteriales legítimas: regularización de plazas, mejora salarial gradual pero sostenida, y establecimiento de un fondo estatal para apoyar a docentes eventuales.

La transparencia es fundamental. Debe implementarse una plataforma pública en línea donde cualquier ciudadano pueda verificar, escuela por escuela y día por día, si hubo clases y el tipo de incidencias presentadas. Cuando por causas justificadas como clima extremo o emergencias se pierdan días de clase, deben establecerse protocolos claros para su recuperación, incluyendo extensión de ciclos escolares si es necesario. Finalmente, deben aplicarse sanciones administrativas claras para directivos que simulen cumplimiento del calendario o para autoridades que ordenen cierres injustificados.

Sistema Michoacano de Evaluación Educativa Ciudadana

La tercera prioridad es recuperar la capacidad de medir aprendizajes y tomar decisiones basadas en evidencia. Para ello, se propone la creación del Instituto Michoacano de Evaluación Educativa, un organismo público descentralizado con autonomía técnica, no política, que diseñe, aplique y difunda evaluaciones educativas con transparencia y rigor metodológico.

Este instituto debe aplicar evaluaciones diagnósticas anuales en todos los grados de educación básica y media superior, midiendo no solo conocimientos sino habilidades socioemocionales, pensamiento crítico y competencias para la vida. Adicionalmente, debe realizar evaluaciones sistemáticas de políticas y programas educativos para identificar qué funciona y qué no, permitiendo reasignar recursos hacia las intervenciones más efectivas.

La información generada debe estar disponible públicamente a través de una plataforma abierta de datos educativos donde cualquier ciudadano pueda consultar indicadores educativos desagregados por escuela, municipio y región. Finalmente, debe ofrecerse formación continua para directivos y docentes en interpretación de resultados de evaluaciones para diseñar intervenciones pertinentes en sus propias escuelas.

Plan Maestro de Infraestructura Educativa Digna

El cuarto pilar de la transformación educativa debe ser lograr que el 100% de las escuelas michoacanas cuenten con servicios básicos completos en cinco años. Esto requiere comenzar con un diagnóstico participativo: un censo actualizado de condiciones de infraestructura de cada plantel, realizado con participación de las propias comunidades escolares.

La priorización debe regirse por criterios de equidad, atendiendo prioritariamente escuelas en zonas de alta marginación, comunidades indígenas y escuelas multigrado. La inversión anual debe pasar de 590 millones actuales a 2,000 millones de pesos anuales en infraestructura educativa durante cinco años, lo que representaría el 5.9% del presupuesto educativo estatal.

Este plan debe basarse en un modelo de cofinanciamiento que coordine efectivamente el programa federal La Escuela es Nuestra, el presupuesto estatal y las aportaciones municipales, todo bajo seguimiento ciudadano riguroso de las obras. Pero la inversión no puede limitarse a construcción nueva: debe establecerse un presupuesto específico para mantenimiento preventivo regular de inmuebles educativos.

Michoacán Digital Educativo

El quinto eje de transformación debe ser cerrar la brecha digital en tres años y preparar al sistema educativo para la educación del siglo XXI. Esto implica garantizar internet de banda ancha en el 100% de las escuelas michoacanas para 2028, priorizando tecnología satelital en zonas rurales remotas donde la infraestructura terrestre no es viable.

Debe implementarse un programa estatal que complemente los esfuerzos federales para que cada estudiante de secundaria y media superior cuente con un dispositivo personal para aprendizaje. Las escuelas deben habilitarse como centros comunitarios digitales, espacios de acceso comunitario a internet fuera del horario escolar, democratizando el acceso a la tecnología en comunidades donde las familias no pueden costear conectividad en sus hogares.

Pero la tecnología sin contenidos pertinentes es una herramienta vacía. Debe invertirse en el desarrollo de contenidos educativos digitales michoacanos, plataformas con materiales didácticos contextualizados a la realidad del estado y disponibles en español y lenguas originarias. La formación docente en competencias digitales debe ser masiva, enfocándose no solo en el manejo técnico de dispositivos sino en su uso pedagógico efectivo.

Universidad de la Docencia Michoacana

El sexto componente de la transformación debe ser revolucionar la formación y desarrollo profesional docente en el estado. Se propone la creación de la Universidad de la Docencia, una institución de educación superior dedicada exclusivamente a formación inicial y continua de docentes, con campus regionales y un modelo semipresencial que permita el acceso de maestros en servicio sin abandonar sus escuelas.

Todos los docentes en servicio deben recibir un mínimo de 120 horas anuales de capacitación en modalidades presencial, híbrida y en línea. Pero la formación no puede ser solo vertical: debe promoverse la creación de comunidades de aprendizaje profesional, redes estatales de grupos de docentes que se reúnen regularmente para compartir prácticas, resolver problemas y aprender colaborativamente.

Todo maestro de nuevo ingreso debe contar con acompañamiento de un mentor experimentado durante sus primeros dos años, asegurando que la transición de la formación inicial a la práctica profesional sea guiada y efectiva. Debe establecerse un programa ambicioso de becas completas para que docentes en servicio cursen maestrías y doctorados en educación, elevando sistemáticamente el nivel de profesionalización del magisterio michoacano.

Como reconocimiento al compromiso con la actualización profesional, debe implementarse un año sabático educativo: docentes con diez años de servicio podrían tomar un año sabático con goce de sueldo para actualización profesional intensiva. Finalmente, debe establecerse un sistema voluntario de certificación de competencias docentes que reconozca y estimule a maestros que demuestran dominio de competencias pedagógicas avanzadas.

Reingeniería presupuestal: de la simulación al impacto

El séptimo y último eje de transformación debe ser reorientar el gasto educativo desde la inercia burocrática hacia la mejora real de aprendizajes. Esto implica adoptar un modelo de presupuesto basado en resultados, vinculando la asignación de recursos a metas específicas de mejora educativa medibles y verificables.

Debe establecerse un Fondo Estatal para la Innovación Educativa de 300 millones de pesos anuales para financiar proyectos innovadores propuestos por escuelas, con evaluación rigurosa de resultados y escalamiento de las intervenciones más efectivas. La transparencia debe ser absoluta: un Comité Ciudadano de Seguimiento al Gasto Educativo, con facultades de auditoría social y capacidad de emitir recomendaciones públicas, debe supervisar el ejercicio de cada peso destinado a educación.

La descentralización debe ser efectiva, transfiriendo recursos directamente a escuelas mediante un modelo ampliado de La Escuela es Nuestra, pero con rendición de cuentas clara y transparente. Debe realizarse un análisis exhaustivo de procesos administrativos para eliminar duplicidades y liberar recursos que actualmente se pierden en trámites burocráticos, redirigiendo esos recursos al aula.

Finalmente, debe establecerse una meta ambiciosa pero alcanzable: llegar a 40,000 millones de pesos en presupuesto educativo estatal para 2030, con énfasis en inversión en aprendizaje, no solo en nómina. Este incremento progresivo pero sostenible del 10% real anual permitiría financiar todas las propuestas anteriores y situar a Michoacán en la ruta hacia la calidad educativa que sus estudiantes merecen.

 

 

Condiciones para el éxito.

Las propuestas anteriores no son utópicas ni imposibles. Países y estados con condiciones similares o peores que Michoacán han logrado transformaciones educativas profundas cuando han conjugado los factores correctos. Pero requieren condiciones políticas, institucionales y sociales específicas para materializarse.

Primero y fundamental, se requiere voluntad política real. Se debe asumir la crisis educativa como la prioridad número uno del gobierno estatal. No más discursos triunfalistas mientras las escuelas se caen. No más inauguraciones de obras mientras los niños no aprenden. Liderazgo significa tomar decisiones difíciles y mantenerlas en el tiempo, incluso cuando sean impopulares.

Se necesita también un pacto político transpartidista. La educación no puede ser rehén de ciclos políticos. Todos los partidos representados en el Congreso del Estado deben firmar un pacto por la educación que garantice continuidad de políticas más allá de sexenios. La educación de calidad debe ser política de Estado, no de gobierno.

La participación ciudadana debe ser efectiva, no simulada. Las organizaciones de la sociedad civil, las universidades, los colectivos de maestros innovadores y las familias deben tener espacios reales de incidencia en políticas educativas. Se necesitan consejos ciudadanos con dientes, no con sonrisas; con capacidad real de influir en decisiones, no solo de aplaudir anuncios gubernamentales.

El sistema de evaluación educativa debe gozar de autonomía técnica, blindado de presiones políticas. Los resultados deben publicarse completos y sin maquillaje, aunque sean incómodos para el gobierno en turno. Solo la verdad, por dolorosa que sea, puede ser punto de partida para la mejora.

Debe haber rendición de cuentas sin excepciones. Directivos que no cumplan el calendario escolar, funcionarios que desvíen recursos, autoridades que oculten información: todos deben enfrentar consecuencias claras y proporcionales. La impunidad es el enemigo de la mejora educativa.

Finalmente, las propuestas presentadas requieren inversión adicional. Esto implica una decisión política: priorizar la educación sobre otros rubros o buscar nuevas fuentes de financiamiento estatal. La pregunta es clara: ¿estamos dispuestos a pagar el precio de la transformación educativa, o preferimos seguir pagando el costo mucho mayor del fracaso educativo?

 

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en X en @Erik_Aviles

 

Visita nuestro portal electrónico oficial: www.mexicanosprimeromichoacan.org

*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba